La decoración de los ambientes a partir de la utilización de las plantas y sus destacados colores, es una técnica que lleva varios años de desarrollo.
Durante este tiempo, muchas han sido las plantas que se han lucido en los espacios cerrados y si bien la Violeta Africana tuvo su auge en un tiempo pasado, lo cierto es que hoy vuelve a marcar tendencia entre los principales decoradores del mundo.
Las características de esta planta son más que evidentes, dado que se trata de una especie de hojas verdes y carnosas en contraste con sus tradicionales flores violetas por las que se lleva su nombre.
Además, se le suma la particularidad de que puede darnos sus mejores flores y colores durante varios meses del año, siempre y cuando sigamos los siguientes pasos para su cultivo.
Te podría interesar
Cultivo y floración
A la hora de cultivar la Violeta Africana es importante tener en cuenta la maceta, dado que será un punto importante para que la planta nos de sus mejores flores. En este caso se recomienda macetas chicas de nueve centímetros de diámetro.
Cabe descara que la Violeta Africana no florecerá hasta que no llene todo el espacio con sus raíces, así que en una maceta demasiado grande tardará demasiado en darnos sus primeras flores.
En cuanto al sustrato, la planta necesita una tierra ligera que permita el buen drenaje del agua. Es por ello que se sugiere el riego esporádico, dejando que el agua se evapore tanto de la tierra como de la base de la maceta.
Según los expertos, la Violeta Africana crece mejor con un abono rico en fósforo pero limitando al mínimo su dosis a fin de poder aplicarlo en cada riego.
Por último, cabe destacar que esta planta no soporta las altas temperaturas. Si bien en su cultivo interior prefiere un ambiente iluminado y con alta cantidad de luz indirecta, lo cierto es que durante la temporada de verano es recomendable mudarla a otro espacio más fresco si el clima de tu casa aumenta exponencialmente.