En el maravilloso mundo culinario, hay recetas que nos transportan a tradiciones ancestrales, sabores auténticos y momentos compartidos alrededor de la mesa. Hoy queremos deleitarte con una opción gastronómica que cumple con todos esos requisitos: los varenikes. Originarios de Europa del Este y considerados un plato emblemático en varias culturas, estos pequeños bocados de delicia han conquistado paladares alrededor del mundo.
La masa de esta receta comunmente es suave y ligeramente elástica. El relleno, por su parte, puede estar compuesto por ingredientes como papas, queso, cebolla, champiñones, espinacas o carne, entre muchas otras opciones.
Lo mejor de todo es que esta receta que hoy traemos a ti, se destaca por su simplicidad y practicidad. Es una opción rápida y sencilla de preparar, ideal para esos días en los que el tiempo apremia, pero no queremos renunciar a disfrutar de una comida casera y reconfortante.
Ingredientes
- 24 discos de masa de copetín
- 2 papas
- 1 cebolla grande
- Manteca
- Sal
Modo de preparación
El primer paso de la receta es pelar y cortar las papas en trozos medianos o pequeños. Luego, debes cocinarlas en una olla con abundante agua y un poco de sal hasta que estén listas para hacer un pure.
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Mientras tanto corta la cebolla en juliana con ayuda de tu mano despégalas un poco para que queden bien sueltas.
A continuación, coloca un poco de manteca en una sartén y llévala a derretir. Después agrega la cebolla, cocínala hasta que tome un color dorado intenso y al final agrega un poco de sal fina.
Cuando la papa este lista, escurre el liquido y písala para formar un pure cremoso.
Luego agrega la cebolla dorada y mezcla bien para que quede un relleno homogéneo.
El siguiente paso es armar los Varenikes. Para eso necesitas discos de masa de copetín, idealmente fríos.
Moja el borde de la masa con agua, coloca un poco de relleno en el centro y cierra con mucho cuidado, presionando muy bien el borde para que no se abran en la cocción.
A medida que los vayas armando, colócalos sobre una superficie espolvoreada con harina para que no se sequen.
En este momento puedes guardarlos en el freezer con separadores para que no se peguen y poder tener siempre que quieras o cocinarlos en agua hirviendo con un poco de sal. Recuerda siempre trabajar con cuidado para que no se abran.
Una vez que los Varenikes flotan, es momento de retirarlos del agua y colocarlos en un plato. Puedes acompañarlos con crema o la salsa de tu agrado.
Espero que te guste esta receta tanto como a nosotros. Nos vemos en la próxima.