A la hora de buscar las mejores plantas para tu jardín, las suculentas suelen ser una excelente opción para sumar un toque distintivo gracias a sus formas y colores tan característicos.
Pero si bien las suculentas pueden tener grandes beneficios, es cierto también que estas plantas poseen algunas características propias que las pueden convertir en las más difíciles de mantener en tu jardín.
Lo primero a tener en cuenta a la hora de cultivar suculentas es que, a diferencias de otras plantas de tu jardín, ellas pueden tener una relación diferente con el agua y con el sol.
Las suculentas son plantas que no poseen una amplia resistencia al exceso de agua o de exposición a los rayos solares siendo estos dos de los principales factores que pueden dañarlas. Sin embargo, esta cuestión puede llegar a variar debido a su especie.
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Lo mismo sucede en relación al tamaño de nuestras plantas. Según la variedad, estas pueden llegar a convertirse en suculentas grandes o solo quedarán pequeñas creciendo hacia los lados.
Con el objetivo de que cada planta suculenta pueda destacarse en tu jardín, te vamos a dejar tres consejos infalibles para que cada una de ellas crezca de la mejor manera y sumen este toque distintivo a tu espacio verde.
Agua
Como toda planta, la suculenta necesita de agua para poder vivir pero lo cierto es que, en este caso, el exceso puede jugarnos en contra.
Una de las claves para darnos cuenta de la salud de nuestra suculenta radica en las hojas. La característica de estas plantas se basa en tener formas redondeadas y gorditas dando un aspecto saludable.
De no ser a así, lo más probable es que a tu planta suculenta le este faltando un poco de agua o necesite dosis más largas que otras a la hora del riego en el jardín. En este punto, cabe destacar que el tamaño también es un buen indicador para conocer cuanta agua requiere.
Las de mayor tamaño necesitarán mas agua mientras que las pequeñas menos. Lo importante es que la planta genere hijos o nuevos tallos, eso sin dudas es signo de buena salud.
Sol
Por otro lado, la suculenta también aprovechar los rayos solares no solo para crecer sino también para exponer todos sus colores decorativos que de seguro, no pasarán desapercibidos en tu jardín.
Para ello, es necesario darle el tiempo óptimo el cual también varía según la especie o tamaño de la planta. Un claro indicador para saber si la cantidad de luz es correcta se encuentra en sus hojas.
Una sobre exposición al sol o al clima afectará los contornos de las hojas provocando quemaduras o disminución del color. Sin embargo, si en el centro se encuentra bien, es recomendable retirarle las hojas quemadas a la planta para mejorar su vida y su aspecto.
Tierra
Por último, las macetas también suelen ser una de las calves para que las suculentas crezcan de la mejor manera. Un maceta grande proporcionará el espacio suficiente para que la planta se desarrolle de forma óptima.
En este punto, se recomienda trasplantar para que la planta adquiera un tamaño mayor, asegurándonos de que quede bien firme en su nueva tierra. Además, se la maceta deberá tener un buen drenaje para evitar que la suculenta se pudra. Un abono rico en nutrientes como el humus de lombriz también ayudará a que brille en nuestro jardín.