El arándano es un fruto o baya muy utilizado en el mundo de la gastronomía dando la posibilidad de incluirlo tanto en preparaciones dulces, agridulces o saladas.
Pero lo cierto es que los arándanos pueden llegar a ser muy costosos en el supermercado o las verdulerías, razón por la cual te traemos la opción de cultivarlos en maceta en tu casa.
Antes de poner manos a la obra, debemos tener en cuenta que existen dos tipos de plantas de arándanos. Una llamada Vaccinium myrtillus, especie salvaje que da una planta de 20 y 50 centímetros que se suele cultivar en páramos, o en bosques y claros.
La otra se llama Vaccinium corymbosum, un arbusto de 1.5 a 2 metros apto para su cultivo en maceta, o en tierra de jardín o huerto.
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Cultivo de arándanos en maceta
A la hora de cultivar los arándanos en maceta, lo primero a tener en cuenta el tipo de recipiente. Para que la planta crezca de la mejor manera, será necesaria una maceta bien ancha para generar un drenaje óptimo.
En cuanto al sustrato, se recomienda generar uno de Ph ácido, mezclando tierra de brezo, arcilla o grava, composta y tierra para maceta para que retenga bien el agua.
Para plantar tu arbusto de arándanos, lo mejor será hacerlo en el inicio del otoño para poder llegar con buenas raíces a la primavera donde dará sus frutos.
En cuanto a la iluminación, se recomienda plantarse al sol o con sombra parcial. En primavera, aparecen racimos de campanillas blancas y para el verano las bayas de arándanos maduran para el consumo. Se puede reproducir por esquejes.