El ser humano busca auto superarse constantemente y para ello utiliza los conocimientos basando en la ciencia para lograr su objetivo. Hoy, te traemos el objeto más rápido que se ha creado hasta el momento.
A la hora de hablar de velocidad, la ciencia nos ha demostrado que las reglas suelen cambiar si buscamos movernos dentro de la atmósfera terrestre o fuera de ella.
Los avances tecnológicos nos han demostrado la posibilidad de superar los 7000 kilómetros por hora con un piloto a bordo dentro de nuestra atmosfera gracias al avión experimental X 15 del ejército de EEUU.
Pero lo cierto es que es velocidad tiene un límite dentro de nuestro propio planeta, dado que según los estudios de la ciencia, la fricción con el aire nos limita para ir aún más rápido.
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Es por ello que los científicos, sin dejar de lado el anhelo de superarse, van en la búsqueda de mayor velocidad fuera de los límites del planeta. En el universo, los cuerpos no solo que carecen de aire que los frene sino que pueden aprovechar la gravedad para adquirir mayores velocidades.
Velocidad tripulada
Dentro de las misiones espaciales tripuladas por seres humanos, la ciencia logró batir el record alcanzado en la Tierra a bordo del Apollo 10 en el año 1969, mese previos al alunizaje.
Es misión espacial, la nave tripulada por Thomas Stafford, Eugene Cernan, y e John Young alcanzó una velocidad de 11 kilómetros por segundo o casi 40 000 kilómetros por hora, durante el regreso al planeta.
Récord sin tripulación
Por otra parte, las sondas espaciales como Voyager 1 y 2, las Pioneer 10 y 11 y la New Horizons han logrado superar el record del Apollo 10, con la ventaja de viajar sin tripulación, permitiéndoles llegar a confines nunca antes explorados.
De todas ellas, la más veloz a medida que se aleja del Sol la Voyager 1 quien viaja a 17 kilómetros por segundo, gracias a la asistencia gravitatoria de Júpiter para escaparse de la estrella madre.
No obstante, la ciencia nos ha enseñado que, si queremos alcanzar velocidades inimaginables, lo mejor será acercarnos al Sol para aprovechar el tirón gravitacional a cualquier objeto que se le acerque, siendo el más grande que podemos encontrar en el sistema solar gracias a su gigantesca masa.
En ese sentido, la exploración espacial llevó a la sonda Parker en el año 2021 a acercarse al Sol a una velocidad de 587 000 kilómetros por hora o 163 kilómetros por segundo con el fin de sumar nuevos datos sobre el funcionamiento de la estrella, ostentado ser el objeto más veloz que ha creado la ciencia hasta hoy.