Divididos le dio rienda suelta a un festejo perfecto. En el barrio de Liniers el poderoso trío vivió una noche increíble en la que las sorpresas estuvieron a la orden del día. Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella demostraron que el apodo “La aplanadora del rock” les sigue haciendo estricta justicia.
Más de cuarenta mil personas se hicieron presentes en el Estadio José Amalfitani y le dieron el marco ideal a una noche histórica para el rock argentino que contó con la presencia de invitados de lujo como Gustavo Santaolalla, Leticia Lee, Nadia Larcher y La Renga.
Cuando el reloj estaba por marcar las diez de la noche, el esperado festejo tuvo su puntapié inicial. Las pantallas, al igual que en show en el que Fito Páez celebró en pasado mes de abril los 30 años de “El amor después del amor”, cubrían el escenario de punta a punta, la imagen un hermoso amanecer campestre le dio lugar al inició del show que llegó con la potencia demencial de “Paisano de Hurlingham”.
Luego llegó la intro de “Another one bites the dust”, el clásico de Queen que sirvió de intro para el sensacional “Sábado” que mantuvo al público en un éxtasis generalizado. En ese primer tramo del show sonaron “El 38”, “Cuadros colgados” y “Haciendo cosas raras”.
“Un guitarrista que me voló la cabeza... Yo pensaba solo en Jimi Hendrix y de pronto apareció Norberto Napolitano. Yo tenía 12, 13 años... ¿Eso se puede hacer acá? Pensé. Pappo fue el faro que me marcó el camino” reveló un feliz Ricardo Mollo en la previa de una incendiaria versión de “Sucio y desprolijo”.
“Vida de topos”, “Vientito de Tucumán” con Nadia Larcher, la conmovedora “Guanuqueando”, “Amapola del 66”, “Spaghetti del rock”, “¿Qué ves? con Gustavo Santaolalla y Javier Casalla en violín, “Sobrio a las piñas” con Chizzo y “El arriero” entre otros hicieron las delicias en una noche imposible de olvidar para los presentes.
La Renga, la gran sorpresa de la noche
Y de pronto, el festejo de Divididos se transformó en el inesperado regreso de La Renga a los escenarios capitalinos. Los oriundos de Mataderos subieron al escenario, tomaron prestados los instrumentos de la “Aplanadora”, y se despacharon con una poderosa versión de “El final es en donde partí”. ”Es un honor tocar con esta SG que me dio Ricardo para grabar Despedazado por mil partes”, dijo Chizzo Nápoli ante el estallido de un estadio que no daba crédito a lo que veía. “Un acto de justicia, tuvimos a La Renga en Capital, loco!” soltó un Ricardo Mollo extasiado que junto a sus inseparables compañeros de ruta le dieron forma a una noche inolvidable.