La búsqueda de conocimiento sobre el universo no cesa y en ahora la NASA se topó con un descubrimiento impensado en lo que respecta a nuestro sistema solar.
Según anunciaron desde la NASA, se encontraron océanos en cinco lunas de Urano, un dato que podría cambiar por completo la concepción que tenemos sobre el sistema solar hasta ahora.
La exploración del cosmos es una materia que tiene abocada a gran parte de la comunidad científica con el deseo primordial de encontrar algunos rasgos de vida más allá de los límites de nuestro planeta.
Para ello, el agua en su forma líquida es una de las características primordiales para que, por lo menos en nuestro planeta, la vida se abra camino en todas sus formas.
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Es por ello que el dato revelado por la NASA en cuanto a las lunas de Urano abre la posibilidad de que la vida pueda ser posible en cualquiera de sus cuatro lunas más grandes.
Por otra parte, es uno de los primeros descubrimientos de agua líquida en el sistema solar, dado que, por ejemplo, Urano y Neptuno son dos planetas conformados por hielo. Pero al parecer, en algunas de sus lunas la formación de líquido es posible dando paso a nuevas hipótesis.
La clave de la vida
Dentro del sistema solar, Urano se ubica como el tercer planeta con mayor superficie, contando además con un total de 27 lunas. Las principales cinco protagonistas de este descubrimiento son Ariel, Umbriel, Titania, Oberón y Miranda.
El estudio fue publicado en Journal of Geophysical Research, donde una de sus autoras aseguró que “cuando se trata de los cuerpos pequeños, los científicos planetarios han encontrado previamente evidencia de océanos en varios lugares pocos probables".
En ese sentido, la investigadora del la NASA resaltó la importancia del dato, dado que hasta el momento no se creía capaz encontrar agua en cuerpos celestes de menor tamaño.
Entrando en los detalles los científicos calculan que, pese a las bajas temperaturas que se registran sobre la órbita de Urano, estas lunas se encuentran lo suficientemente aisladas como para retener una fuente de calor interno que permita conservar el agua en estado líquido.
En base a esto, se prevé que dicho calor resida en los mantos rocosos de las lunas que liberan un líquido caliente que permite que el agua no se solidifique como sucede en Urano.
Según comenta el investigador de la NASA Castillo Rogez “este descubrimiento abre nuevas puertas en nuestra comprensión del sistema solar y nos acerca a la posibilidad de encontrar vida más allá de nuestro propio planeta”.