Es indudable que a Federico Bal le encanta viajar y recorrer el mundo. Sin embargo, a la hora de elegir un sitio donde la naturaleza lo sorprende y se siente como en casa, elige siempre su país.
Justamente por eso, Federico Bal se reunió con su primo, Luciano Bal, y juntos emprendieron un recorrido inolvidable por San Luis, donde estuvieron en contacto directo con sus encantadores paisajes, su gastronomía y sus propuestas más divertidas.
A través de sus respectivas redes sociales, los Bal se mostraron sumamente sonrientes tras arribar el lunes a la provincia que cuenta con la geografía perfecta para vivir el turismo. Basta con poner un pié en el lugar y donde la historia cobra vida en cada rincón.
Entonces, mediante un fondo de ensueños, Fede y Luciano decidieron instalarse en uno de los hoteles más modernos de San Luis, hablamos del imponente Hotel Potrero De Los Funes, donde disfrutaron del servicio de spa mientras se pusieron al día mediante una extensa charla.
“Estoy bien, me siento íntegro y amo mi vida.”
Asimismo, el hijo de Carmen Barbieri habló de su presente, el cual lo tiene completamente abocado a seguir sumando millas para conectar con las maravillas que se encuentran repartidas en distintas partes del mundo, en particular, en su propio país.
“Lo más Importante es entender quien es uno acá y ahora, la vida es finita y el mejor momento para vivir es el presente.”
Por otro lado, decididos a explorar lo mejor de San Luis, los Bal se animaron a realizar una actividad solo para valientes y apasionados por la vista en altura.
Sucede que Fede y Luciano sobrevolaron por la ciudad y sus montañas a bordo de una avioneta de lujo de la reconocida empresa FLY-IN Aviación, a donde incluso el actor tuvo la oportunidad de pilotar la aeronave, experimentando una sensación única.
Lo mejor para el final
Como suele suceder en la encantadora provincia, la gastronomía tuvo una capítulo aparte, ya que los primos Bal se dieron el gusto de visitar el emblemático restaurante Asia, inspirado en su chef Miguel Asia, quien conquistó a los comensales con su cena de múltiples pasos.
Allí, Fede y su primo vivieron una experiencia culinaria inolvidable, ya que además de probar el plato estrella del local, degustaron una extensa fusión de sabores acompañados de unos maridajes increíbles.
Por último, en el epílogo de la noche, la sobremesa se colmó de anécdotas, recuerdos familiares y hasta hubo show en vivo a cargo de Luciano, a quien le acercaron una guitarra para que cierre la jornada a pura música, mientras Federico Bal acompañaba la escena con aplausos.