Muchas de las especies de suculentas sobresalen del resto por su apariencia extravagante, motivo por el cual son las preferidas a la hora de darle un toque natural y encantador a los ambientes del hogar.
Justamente ese es el caso de la Piedra Lunar, una de las más bonitas suculentas que existen, ya que con sus hojas de apariencia inusual se adueñan de las miradas con suma facilidad y además es muy fácil de cuidar.
Sucede que esta especie proveniente de México, más precisamente del estado de San Luis Potosí, es encantadora por donde sea que se la mire debido a su llamativo aspecto que la ubica entre las más llamativas con las que se puede ornamentar la vivienda.
Es que además de ser una planta sumamente resistente, esta suculenta, cuyo nombre científico es Pachyphytum oviferum, posee unas preciosas hojas carnosas en forma de huevo que varían en color desde anaranjado, rosa, verde claro y púrpura azulado.
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Si bien se trata de una especie de de tamaño pequeño o mediano, puede alcanzar los 25 cm de altura como máximo y será al final de la primera, o a comienzos del verano, cuando comienza a exhibir sus pequeñas flores acampanadas de color blanco verdoso y pistilos de color amarillo.
Sin embargo, para que esta planta se luzca en cualquier rincón y se vea radiante en todo momento es fundamental ubicarla en un sitio bien iluminado, aunque sin el contacto directo del sol.
Asimismo, como sus hojas retienen mucha agua como reserva, bastará con regarla una vez a la semana durante la primera y el verano; mientras que durante las estaciones frías solo será necesario un riego al mes.
De esta manera, con estos mínimos cuidados, nuestra Piedra Lunar mantendrá un aspecto resplandeciente en todo momento y su óptimo desarrollo le permitirá atraer todas las miradas.
¡Cuidado con las plagas!
Esta especie suele ser el blanco de plagas como el pulgón y la cochinilla algodonosa, motivo por el cual debes tener un especial cuidado para evitar que la lleguen a invadir y dañar sus bonitas hojas.
Lo mismo con los caracoles, que suelen verse atraídos por las hojas en formas de piedras de esta encantadora suculenta, pero terminan atacándolas de manera tal que se torna imposible poder recuperarlas, por lo que debes tener mucha atención ante estas molestas plagas que puedan lastimar tu Piedra Lunar.