La segunda mitad el siglo veinte se caracterizó, entre otras cosas, por notables avances en la tecnología espacial con la premisa de llegar más allá de los límites de nuestro mundo y porque no, conocer algún tipo de vida extraterrestre.
Sin dudas, uno de los hechos más destacados fue el alunizaje el 20 de julio de 1969. Pero por otra parte, ese hito motivó a la humanidad a llegar a lugares nunca antes explorados en el universo y a la vez, enviar un mensaje para los extraterrestres que habiten en otros mundos.
En ese sentido, un día como hoy pero del año 1972, la sonda espacial Pionner 10 salía de los confines del planeta, sin tripulación a bordo y con el objetivo de captar imágenes de Júpiter y el borde del sistema solar.
Pero esta sonda, si bien estaba equipada con la mejor tecnología de la época para mantener las comunicaciones constantes con el planeta, llevaba en su interior un mensaje especial diseñado por dos astrónomos estadounidenses: Carl Sagan y Frank Drake.
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Como si se tratara de un “mensaje en una botella”, Sagan y Drake se embarcaron en la polémica y difícil tarea de explicar a los extraterrestres que la sonda se encuentre en el camino, las características de nuestra raza.
Para ello, se basaron en que, tanto la ciencia y las matemáticas eran lenguajes universales y en ello, diseñaron la placa Pionner la cual fue el foco de varias críticas y polémicas.
Mensaje interestelar
"Nos imaginamos que lo más interesante para los extraterrestres sería saber cómo somos", mencionó Drake por esos días en diálogo con la BBC a la hora de revelar el mensaje diseñado con su colega Sagan.
En el mismo, los astrónomos incluyeron la ubicación de la Tierra en base a las constelaciones y el código binario, sumado a dos figuras: un hombre y una mujer dibujadas por la esposa de Sagan, artista plástica y graduada de la Escuela de Bellas Artes del Museo de Boston.
Pero lo cierto es que este mensaje se llevó varias críticas dado que la figura femenina parecía sumisa al hombre y este último fue el elegido para demostrar el saludo con la mano. Por esa época, el feminismo comenzaba a dar sus primeros pasos y cuestionaba los diseños de Linda Sagan.
"El problema era que si ambos levantaban la mano, los extraterrestres iban a pensar que todos en la Tierra andamos con las manos levantadas. Teníamos que tener esas cosas en cuenta”, comentó la artista.
Lo cierto es que aún hoy, a 51 años de su lanzamiento desde Cabo Cañaveral, la sonda Pionner se encuentra dando vueltas por el universo y sigue alejándose en dirección a Aldebarán, donde si nada la detiene podría llegar en unos 1,69 millones de años. Y dentro lleva el polémico mensaje para los extraterrestres diseñado por Frank Drake, Carl Sagan y su esposa.