No hay caso, Diego Schwartzman no logra cambiar el chip. El “Peque”, ubicado en el puesto 38 del ranking, le agregó una nueva derrota a su magra temporada al caer derrotado en el debut del Challenger de Phoenix. El argentino había decidido bajar de categoría para recuperar el tenis perdido y sobre todo la confianza, sin embargo, la jugada salió mal.
Diego Schwartzman, segundo favorito del torneo, fue derrotado en el debut ante el portugues Bruno Borges, 80° del ranking, y extendió su mal momento. En lo que va del año, el argentino apenas pudo ganar un par de encuentros de los diez que disputó.
Luego de la pronta despedida en la segunda ronda de Indian Wells tras caer derrotado ante Casper Ruud, el argentino de 30 años decidió aceptar la wild card del Arizona Tennis Classic, torneo que se disputa sobre superficie dura y que reparte alrededor de 220 mil dólares en premios.
La idea del “Peque” fue cortar la seguidilla de derrotas y poder construir una buena performance que le devuelva la confianza perdida y que le permita encontrarse con la precisión perdida. Sin embargo, en apenas una hora y 26 minutos, el lusitano al que el argentino no había enfrentado nunca lo superó por 7-5 y 6-3. Nuevamente se lo vió errático, lejos de su mejor versión y carente de confianza.
Una cita de nivel
Es tiempo de dar vuelta la página y enfocarse en lo que viene. Diego Schwartzman tiene la próxima semana una nueva oportunidad para levantar la cabeza y volver a la senda del buen tenis que supo tener. En Florida se pondrá en marcha el Masters 1000 de Miami, gran oportunidad para volver a ponerse de pie y encarar el futuro con mejores sensaciones.
El “Peque”, dueño de un potencial enorme, necesita encontrar ese click que lo saque del pantano y lo devuelva a su mejor versión.