La gira “Contra todo pronóstico” de Joaquín Sabina tuvo este domingo la primera de las seis funciones que el cantante nacido en Úbeda brindará en el estadio de Villa Crespo. Joaquín entregó todo ante un público rendido a sus pies que coreó de principio a fin las clásicas canciones del español, demostrando que la relación entre el público porteño y Sabina sigue siendo inquebrantable.
Para muestra bastan las palabras del cantante de 74 años que hicieron explotar a las 15 mil personas que colmaron el Movistar Arena: “Las historias de amor no se explican con la cabeza, se sienten con el corazón. Y esta es una historia de amor. Venimos de Costa Rica, de Lima, de Bogotá, de Chile... pero solo al llegar a Ezeiza me siento en casa”.
El repertorio elegido por Joaquín recorre gran parte de la abundante discografía del hombre del bombín blanco y saco a rayas. Sentado durante la mayor parte del show, al cantante andaluz se lo vio bastante entero desde el punto de vista vocal y contó con el respaldo de una banda sólida comandada por el tecladista y guitarrista Antonio García de Diego, quien luego de partida de Pancho Varona, quedó al frente de la locomotora “Sabinera”.
“Llueve sobre mojado”, “Con la frente marchita”, “Tan joven y tan viejo”, “19 días y 500 noches”, “Por el boulevard de los sueños rotos” fueron algunas de las canciones que hicieron vibrar al público porteño que se fue cantando bajito las bellas estrofas de “La canción de los buenos borrachos”, tema elegido por Joaquín para cerrar la primera noche en la ciudad de Buenos Aires.
Sabor a despedida
“Contra todo pronóstico” de Joaquín Sabina, tiene un inevitable sabor a despedida. El andaluz de 74 años que en 2020 sufrió un duro accidente que casi lo aleja para siempre de los escenarios, continuará sus presentaciones en el país con 5 funciones más en el Movistar Arena, luego será el turno del Estadio Kempes en Córdoba y finalmente la ciudad de Rosario recibirá al hombre del traje gris.