Sabrina Garciarena, en una entrevista con la Revista Gente, contó detalles de su historia de amor con Germán Paoloski. Ellos llevan juntos 13 años, y hoy son padres de 3 hijos.
Antes de ser pareja, ambos fueron por muchos años grandes amigos. “Nos conocemos del barrio, no del medio artístico y fuimos amigos durante años. Teníamos un grupo en común que sigue siendo el mismo de hoy”, confiesa Sabrina Garciarena.
“Durante muchos años salíamos todos juntos para todos lados, y yo tenía a mi novio y él tenía sus novias”, comenzó explicando la actriz. Además, en relación a esto, ella agregó: “Éramos amigos, hasta que yo me separé de un novio que había tenido y él de la su novia”.
A partir de la separación de sus respectivas parejas, Sabrina Garciarena comentó que Germán Paoloski la comenzó a frecuentar con más regularidad. “Empezamos a vernos más seguido. De repente, él venía a mi casa y yo iba a la suya; pero siempre en grupo con amigos”, relató.
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La actriz confesó que fue el periodista, quien se confundió sobre su relación amistosa. Asimismo, recordó que ella “se sentía muy cómoda” con él y el primer paso para encaminar todo fue idea de Germán, quien planeó una cita especial.
“Me había dicho que íbamos a ir todos a cenar (con esos amigos de los que te hablé), y de repente estamos nosotros dos solos en un restaurante sin gente, y yo decía ‘qué raro esto’”, contó Sabrina. Posteriormente, ella sostuvo: “Después me terminó diciendo que él planeó todo, que él había cerrado el lugar”.
“Nos dimos nuestro primer beso un 14 de febrero, casualmente”, indicó la intérprete, quien admitió que los primeros años fueron difíciles para la pareja. “Cuando empecé a salir con él, vivía en Madrid. Iba y venía (a Buenos Aires), tenía trabajo acá y allá. Y la verdad que no tenía ganas de estar comprometida con nadie porque, primero, venía de muchos años de estar de novia y después no creía mucho en que uno puede tener un vínculo con alguien a distancia”, explicó la actriz.
Sabrina Garciarena calificó esa época como caótica, en la cual, a pesar de las distancias, se arreglaban las cosas a través del diálogo. Hacía 2011, ella ya se quedó en Buenos Aires y la relación fluyó más, por eso la intérprete engrandece las virtudes del éxito de la pareja: “El pilar es el amor, sino es imposible todo lo que logramos, y después la admiración también”.