El futbolista cordobés, Paulo Dybala, finalizó de la peor manera el domingo que había empezado con los planetas alineados. El delantero de la Scaloneta que milita en la Roma, volvió a sufrir un inconveniente físico que lo dejó lleno de preocupación. Lamentablemente para el campeón del mundo, las lesiones lo persiguen y lo siguen teniendo a mal traer.
En el duelo que la Roma y la Fiorentina igualaron 1 a 1, el futbolista surgido de las divisiones inferiores de Instituto de Córdoba se fue en silencio y masticando bronca. La tarde había empezado de la mejor manera, Dybala asistió con enorme clase a los cinco minutos al delantero belga Romelu Lukaku, quien puso en ventaja al equipo de la capital italiana. Al argentino se lo vio rápido y metido en el juego durante el rato que estuvo en la cancha, sin embargo, a los 23 minutos de la primera parte, se acabó el partido para la “Joya”.
Luego de un choque, Paulo comenzó a dar muestras de dolor e inmediatamente hizo el típico gesto de cambio al banco de suplentes. Inicialmente se especuló con una lesión de gravedad en la rodilla, donde el delantero no dejaba de tocarse, sin embargo, por los gestos previos a abandonar la cancha se trataría de una molestia muscular en el músculo posterior de la pierna izquierda.
Según informaron desde el club, Paulo Dybala será sometido en las próximas horas a estudios para poder determinar con exactitud el grado de lesión que sufre el ex atacante de la Juventus. En el mejor de los casos, Dybala permanecerá fuera de las canchas durante tres semanas, por lo que parece muy difícil que la “Joya” vuelva a jugar en lo que resta del año.
Grito argentino
No todas fueron malas para los futbolistas argentinos en el duelo entre la Roma y la Fiorentina. El tanto que terminó de sellar el empate en el último partido del domingo en Italia, fue convertido por el argentino Lucas Martínez Quarta, ex defensor de River Plate y actual integrante de la Selección de Lionel Scaloni.