Dentro del mundo de la vegetación, una de las especies más elegidas para revestir al hogar de su belleza son las suculentas. Además de sus múltiples formas, tamaños y coloridas tonalidades, revisten de sencillos cuidados para su desarrollo y crecimiento. En esta ocasión nos centraremos en la Echeveria Mauna Loa.
La especie en cuestión es un híbrido que fue creado por Dick Wright luego de cruzar una Echeveria Gibbiflora Carunculata y otros cultivares en Fallbrook, recibió su nombre debido al volcán Mauna Loa, ubicado en Hawái. Se trata de una suculenta que forma grandes rosetas de hojas coloridas con la particularidad de ondularse hacia los bordes.
Guía de cuidados: secretos y recomendaciones
Esta especie alcanza hasta los 60 centímetros de diámetro, y sus tallos pueden llegar a crecer hasta 15 centímetros de altura. Las hojas son de tonalidad verde, y a medida que se van desarrollando tornan en azul y rosa. Por el lado de las flores, para formar una distintiva paleta de colores, son anaranjadas.
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Como la mayoría de las suculentas, demanda de una buena dosis de luz solar, siendo preferente su ubicación en el exterior o sobre una ventana.
Los riegos deben ser escasos, y siempre aplicando nuevas dosis de agua cuando el sustrato esté completamente seco. Así como es resistente ante los largos períodos de sequía, no soporta el exceso de agua.
El trasplante se realizará solamente en caso de ser necesario y siempre durante la estación más cálida. El procedimiento comienza una vez que la tierra esté seca, retirando la suculenta con sumo cuidado; se remueven las raíces viejas y se fortalece su crecimiento con un sustrato rico en nutrientes.
En cuanto a las plagas y enfermedades habrá que prestar especial atención al ataque de los pulgones, tratándolo con un pesticida natural centrado en dicho insecto. Pero el gran cuidado estará en las cantidades de agua, ya que el encharcamiento puede generarle distintas enfermedades y bacterias.
La Echeveria Mauna Loa respeta cada uno de los ítems de una suculenta: una belleza sin iguales, un arcoíris de colores que contrastan y combinan entre sí, y sencillos cuidados para que crezca radiante, ideal para reposar entre la vegetación del jardín.