La echinacea, comunmente conocida como coneflower ha sido cultivada desde el siglo XVIII como una planta perenne resistente y vistosa, en América del Norte como en Europa. Esta planta era utilizada por los nativos americanos para tratar heridas e infecciones.
Se trata de una planta de pradera que cuenta con hermosas flores que destacan por ser brillantes y grandes, además de contar con un hermoso color morado, pero ese no es su único atractivo, pues so floración doble es la que se lleva todas las miradas y la posiciona como una planta perfecta para darle un toque único a nuestro jardín.
Esta planta tiene reaíces finas, pero eso no le impide desarrollarse correctamente, pues la misma llega a alcanzar los 150 cm de altura y si bien su floración se da en septiembre durante su primer año, en los próximos la floración se dará a partir del mes de julio.
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Si bien es una planta vistosa y resistente, la misma necesita de determinados cuidados que tenemos que llevar adelante para lograr que nuestra planta se vea radiante.
Cuidados necesarios
Iluminación
Se trata de una planta que necesita de estar ubicada en un espacio muy soleado en el que reciba como mínimo unas cinco horas de sol al día más o menos, pero, al mismo tiempo puede crecer en semisombra aunque su floración se reducirá considerablemente.
Temperatura
Debes saber que esta planta no tolera de las temperaturas muy frías, pues, si bien es una planta resistente no suele tolerar las heladas ni tampoco las temperaturas debajo de los 0°, si tienes esta planta y quieres cuidarla te conviene acolchar el terreno con hojas o material vegetal para que sus raíces no se dañen.
Riego
Esta planta necesita humedad, lo que no quiere decir que necesita de mucha agua, pues simplemente debemos mantener el sustrato húmedo, por esto el riego debe ser moderado a lo largo del año, no le gustan los encharcamientos por lo que la mejor forma de regarla es esperar a que el sustrato se seque por completo.
Abono
Por último, se trata de una planta que prefiere los suelos ricos en nutrientes para crecer y desarrollarse, pero no debemos fertilizarla demasiado ya que crecerían muy rápido sus tallos pero no se fortalecerían como para sobrevivir al viento y la lluvia.