Las azucenas también conocidas como lilis o lirios, son plantas ornamentales que se destaca por su impactante belleza y deliciosa fragancia. Esta elegante especie se caracteriza por tener tallos erectos y por sus grandes y llamativas flores en forma de trompeta. Es especial para los que se inician en jardinería, ya que es fácil de mantener tanto en exterior, como interior.
Esta planta bulbosa es originaria de Europa y, generalmente, se siembra en otoño para verla florecer en primavera. Las azucenas son muy utilizadas para hacer ramos o arreglos florales, ya que sus flores en tonos blanco, naranja, morado, rosa y amarillo, suelen ser muy duraderas. A continuación, te contamos cuáles son sus cuidados básicos para que luzca radiante.
Cuidados básicos de las azucenas
Iluminación: estas flores deben ubicarse en un lugar donde reciban pleno sol o con sombra parcial. Es fundamental que tengan acceso a unas 6 horas de luz diaria para que puedan crecer correctamente.
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Riego: Las azucenas requieren un riego regular, manteniendo el suelo húmedo, pero no encharcado para evitar que sus raíces se pudran.
Temperatura: las azucenas son muy susceptibles al frío, por lo que la temperatura ideal para mantenerlas es entre 18 y 24ºC. En caso de tenerlas en exterior, es recomendable meterlas en el interior durante el invierno, para evitar que mueran debido al frío.
Suelo: para que esta planta se desarrolle con plenitud su suelo debe ser rico en nutrientes, bien drenado y con pH neutro o ligeramente ácido. Los expertos recomiendan incorporar compost o materia orgánica a la tierra antes de plantarlas.
Plagas y enfermedades: las azucenas pueden ser afectadas por plagas como pulgones, ácaros o babosas. Además, son susceptibles a enfermedades como el mildiu o el tizón bacteriano.
Propagación: para generar más azucenas puedes hacerlo a través de bulbos o semillas. Los bulbos se plantan en otoño, mientras que las semillas se siembran en primavera.
Poda: una de las ventajas de estas especies es que no necesitan poda. Sin embargo, es recomendable retirar las flores marchitas y hojas secas o enfermas, para evitar que el tallo se afecte y esta pueda seguir floreciendo.
Fertilización: para mantener tus plantas saludables y favorecer su floración, es recomendable fertilizarlas cada dos semanas durante la temporada de crecimiento. Puedes utilizar un fertilizante balanceado que contenga nitrógeno, fósforo y potasio.