Luego de darle forma a otra actuación para el recuerdo, Sergio Romero, el héroe de la victoria de Boca Juniors en la semifinal de la Copa Libertadores, sorprendió a su mujer, Eliana Guercio en el programa radial que conduce Santiago del Moro en FM 100.
El arquero subcampeón del mundo en 2014 tuvo otra noche de gloria defendiendo el arco de Boca Juniors. Otra vez, igual que ante Nacional de Montevideo y Racing Club, Chiquito se vistió de héroe en la tanda de penales y sentenció el paso del club Xeneize a la gran final que se disputará el próximo 4 de noviembre.
Luego del triunfo en los penales, el plantel que conduce Jorge Almirón regresó al país a las 7 de la mañana. Tan solo una hora después, el experimentado arquero se hizo presente en el programa “El club del Moro” para sorprender a su esposa, Eliana Guercio.
“Estábamos haciendo el programa y la Guercio bajó corriendo. Está Chiquito Romero que pasó a saludar a la Guercio, a puro beso con Chiquito, después del triunfo de Boca anoche. Eso es amor, se vino de Ezeiza acá” expresó entre sorprendido y efusivo Santiago del Moro. Luego, Sergio Romero subió al estudio y charló un buen rato sobre su presente y sobre lo que viene.
Esa maldita rodilla
Sergio Romero luchó durante varios años contra una lesión en su rodilla que lo tuvo a mal traer, por eso, no sorprendió que entre sus palabras, hiciera referencia a la lesión que parece haber quedado sepultada para siempre: “A lo largo de lo que fue mi carrera hemos luchado bastante nosotros. A ella no le gusta mucho que lo diga pero hemos luchado contra 15, 16 o 17 años contra una rodilla bastante molesta, inquieta. Esta última operación que me tocó el año pasado en Boca con el doctor Batista nos cambió la vida a los dos, a todo el mundo. Pasó a ser una rodilla como cuando tenía 16 años, una rodilla nueva, sin líquido, sin dolores, sin molestias. Me permitió volver a laburar de la mejor manera. Hoy en día poder disfrutar este presente para nosotros es espectacular. Demostrarle nuevamente a todo el mundo que uno está entero, activo, que uno puede. Porque se han dicho tantas cosas el año pasado... Por ahí no era para matarme a mí, era para matar a la dirigencia de Boca”.
Mientras Chiquito contaba su historia, Eliana Guercio no podía contener las lágrimas: “Conozco el laburo y no bajar los brazos. La verdad que más allá de lo que uno pueda colaborar, si no está en él esa fuerza interior, es como todo. Vos podés, vos podés, pero soy yo el que tiene que ir, hacer la rehabilitación, hacer el ejercicio, que te duela, es un montón. Él tuvo de verdad un laburo durante muchos años de locos. Como todo el mundo con problemas. Vivir con dolor, porque es vivir con dolor, fue muy duro. Después se acostumbró... Y que ahora, yo soy de Boca, estando acá haya podido estar como está ahora me hace feliz porque sé que lo puede disfrutar, que no llega a mi casa a ponerse el hielo. Fueron 14 años” expresó la mujer del arquero que mantiene vivo el sueño de todos los hinchas de Boca Juniors.