Entre las preciadas suculentas con flores, aparece la Ceropegia woodii, una especie muy llamativa por su abundante follaje de hojas en forma de corazón que la convierten en una inmejorable opción para la ornamentación de interiores, donde se luce como planta colgante.
Sin embargo, para que esta suculenta se muestre saludable y exhiba durante todo el año sus preciosas y delicadas flores tubulares de color rosado, es necesario aplicarle unos cuidados básicos. Solo así, la Ceropegia woodii podrá lucir en plenitud su singular belleza.
Se trata de una especie endémica de Sudáfrica, Suazilandia, y Zimbabue que se caracteriza por su función decorativa, ya que acapara toda la atención en interiores al exhibirla como planta colgante.
Es allí donde sus tallos de más de un metro de largo cuelgan de la maceta y exhiben las hojas carnosas en forma de corazón o manzana, que llaman la atención por su color, ya que con el verde azulado de fondo se pueden apreciar las venaciones plateadas más o menos extensas.
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Como si fuera poco, esta suculenta atractiva, produce también durante el verano unas flores vistosas de color rosado que contienen cinco lóbulos en el extremo, en forma de ganchos peludos de color rojo oscuro casi negro, que se juntan formando una especie de jaula, la cual le resulta útil para capturar insectos polinizadores.
En definitiva, estamos ante esta suculenta especial por donde se la mira, de porte colgante que resulta tan atractiva y hermosa para lucir en interiores, que se convierte en el elemento natural más llamativo de la decoración.
Sobre su cuidado
Para que esta planta deslumbre con el efecto cascada de su follaje, necesita recibir algunos cuidados. Entre ellos, debemos mencionar la iluminación, ya que se trata de una especie que necesita mucha luz, mejor si es el sol suave de la mañana, ya que esto ayudará a que las hojas conserven su singular color.
En cuanto al sustrato, los expertos recomiendan sembrar la Ceropegia woodii en un suelo humífero, muy bien drenado y pobre en nitrógeno.
Por otro lado, durante la época de crecimiento, el riego debe ser moderado y solo se debe efectuar cuando el sustrato se encuentre completamente seco. En cambio, en invierno deberá ser escaso ya que con el líquido que las hojas acumulan en su interior la planta tendrá lo suficiente para poder subsistir.
En conclusión, siguiendo estos simples cuidados, conseguirás que esta preciosa suculenta luzca siempre sana, fuerte y que su aspecto sea un verdadero espectáculo visual digno de admirar.