La albahaca es una de las plantas más utilizadas en el mundo de la gastronomías, debido a su hermoso color verde y aroma intenso que combina muy bien con quesos, tomates y salsas.
Además, es una de las plantas más comunes para cultivar en tu jardín o macetas, dado que la mayoría de las veces se suelen vender con las raíces expuestas, siendo realmente fácil de trasplantar luego de limpiarlas bien y mantenerlas en remojo por 24 horas.
Pero si bien esta planta suele ser de las más resistentes al clima, lo cierto es que si no le brindamos los cuidados necesarios podría marchitarse y finalmente morir.
Ya sea para evitarlo o bien, recomponer alguna planta de albahaca marchita, te vamos a dejar una pequeña guía de cuidados para que puedas aprovechar sus hojas durante toda la temporada.
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Riego
Una de las situaciones más comunes que pude llevar a que tu planta de albahaca se marchite es realizar un riego inadecuado. Para ello, debemos saber que requiere de un suelo húmedo para desarrollarse correctamente.
Sin embargo, un exceso de agua también podría incrementar la pudrición de las raíces o la aparición de algunas plagas depredadoras de plantas. Lo mejor será realizar riegos profundos y constantes, evitando que la tierra se seque por completo. Si esto sucede,te lo hará saber mostrando debilidad en sus hojas.
Temperatura
En cuanto a las condiciones del clima, la albahaca es una planta que suele tener un ciclo anual de primavera a otoño. Esto hace que sea más resistente a las altas temperaturas y más débil contra las heladas.
No obstante, una fuerte ola de calor puede llegar a debilitar tus plantas si no se le brinda un riego constante. Además, este factor afecta en mayor medida si el cultivo se realiza en maceta.
En cambio, contra las heladas es más difícil conseguir una capa protectora, dado que a temperaturas muy bajas será prácticamente imposible recuperarla. Una buena medida de prevención para ello será cubrirlas con cajas para evitar los efectos del frío. También funciona la aplicación de un mantillo para evitar perder humedad en el suelo.
Poda
Por último, dejaremos algunas líneas para la poda, dado que la albahaca antes de finalizar su ciclo, dará algunas flores blancas y diminutas en formas de ramilletes.
Llegar a la instancia de floración significa no solo que la planta estará cerca de cerrar la etapa, sino que también repercutirá en el sabor de sus hojas. Para evitar esto, lo mejor será podar regularmente por la parte superior para evitar la aparición de la flor y mantenerla siempre en constante crecimiento.
Sin embargo, de que la planta de albahaca entre en la etapa de floración, significará que poco a poco irá secándose. No obstante, de su flor marchita podrá resurgir a partir de nuevas semillas que brotarán nuevamente desde el suelo.