Esta semana el periodista de entretenimiento, Guido Zaffora, recibió y publicó dos fotos de Wanda Nara comprando en una librería del Barrio privado Santa Bárbara, en Nordelta, junto a su hija mayor, Francesca Icardi.
La publicación del periodista hizo que la modelo fuera blanco de ciberbullying por parte de haters que la criticaron por su forma tranquila y entrecasa de vestir, pese a que su calzado era Chanel. Wanda Nara no dejó perder la oportunidad y salió en su defensa.
La famosa empresaria que por estos días se encuentra en Buenos Aires, con sus hijos, fue atacada en redes sociales. Muchos haters se refirieron a ella como una como una mujer "sucia", "destila grasa", "crota" y otros la calificaron como "cero glamour".
Todas estas palabras hirientes,desde este medio las rechazamos en cualquier contexto y manifestamos apoyo a quienes se puedan sentir afectados por los comentarios malintencionados de la gente.
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Wanda se dirigió a una librería con una remera holgada de costuras externas, unos leggins estampados y calzado de Chanel, el cual llevó con el talón pisado. Junto a ella estaba Francesca Icardi, la hija mayor que tiene con Mauro Icardi, con una bolsa plástica con algunos productos, la normal que dan en este tipo de comercios.
Varios medios, entre ellos TN, hicieron público el mensaje que envió la modelo, como respuesta a este ataque, innecesario y sin sentido, que recibió por mostrarse al natural, tal y cual es.
La respuesta de Wanda Nara
“Voy al supermercado, a la farmacia, soy una mamá normal, como todas. Me da risa porque ¿quién va a ir a comprar por mí? Obvio que ahí no me van a ver como en Instagram, porque Instagram es mi trabajo", aseveró de manera inicial la famosa.
Wanda continuó con su descargo: "Mi vida real es con alpargatas y jogging. Si me pongo a pensar me trajo mucho más éxito ese look que producida. En muchas de mis citas con chicos fui al natural, porque garpa mucho. Mi consejo para tener éxito es ser normal”.
Wanda Nara ya ha sido blanco de diferentes ataques por mostrarse como una mujer normal, que tiene problemas como todos los demás, que le gusta sentarse a la mesa y comer sin pensar en las calorías, y que como madre que es, le enseña a sus hijos que pese a la fama y el dinero, se puede vivir una vida normal, como de vecino.