El cuento infantil “El Patito Feo”, publicado en 1843, fue sin dudas uno de los más grandes éxitos de la historia de la literatura infantil de todos los tiempos, debido a su enfoque crítico sobre las posibles influencias que la sociedad ejerce en el desarrollo individual.
Sin embargo, aunque casi todo el mundo leyó por lo menos una vez en su vida el cuento de “El Patito Feo”, pocos saben cuál fue la verdadera historia de vida en la que se inspiró Hans Christian Andersen al momento de escribirlo.
Durante mucho tiempo se debatió sobre el trasfondo de esta conmovedora historia del patito torpe y feo que fue el blanco de las burlas del resto y que finalmente terminó convirtiéndose en un precioso cisnes.
Entonces, con el correr de los años, el escritor y poeta danés que publicó este cuento decidió ponerle fin a las especulaciones en torno al paralelismo que surgía entre la historia y su vida privada y confirmó que se trataba de una obra profundamente autobiográfica.
Al respecto de esto, fue justamente en una charla que Andersen mantuvo con el crítico Georg Morris Cohen Brandes donde dejó a todos atónitos cuando le preguntaron si tenía pensado escribir su biografía.
“Ya la escribí con El Patito Feo.”
Es que el danés relató en más de una oportunidad la dramática niñez que tuvo que sortear en medio de una pobreza extrema que lo llevó a tener que mendigar y a residir a las sombras de un puente.
Sin embargo, el escritor siempre se sintió convencido de que la realidad que le había tocado era un error, ya que él estaba convencido de que era descendiente de un príncipe y fantaseaba con la idea de que era hijo de un gran señor.
Entonces, tras la confesión del poeta se confirmó que el cuento del polluelo sería una metáfora de su propia vida, ya que logró poner por delante su belleza interior y talento y además logró plasmar su idea de pertenecer a un linaje superior siendo hijo de un rey.
En definitiva, pese a las burlas y el rechazo que recibió durante su adolescencia y juventud, el danés que falleció a los 70 años a causa de un malicioso cáncer, logró triunfar como escritor con sus obras más impresionantes entre las que aparece “La Sirenita”, “Pulgarcita”, “La princesa y el guisante” y “El soldadito de plomo”.
Reconocimientos
Debido a su brillante obra, en vida recibió un sinfín de reconocimientos y tras su fallecimiento en 1875, fue homenajeado al determinar que cada 2 de abril (fecha de su nacimiento) se celebra el Día Internacional del Libro infantil.
Asimismo, fue nombrado ciudadano ilustre de su ciudad natal, le asignaron su nombre a un asteroide en 1976 y actualmente existe en la ciudad japonesa de Funabashi un parque temático infantil con el nombre de Hans Christian Andersen. Un merecido reconocimiento para este ilustre e inolvidable autor de “El Patito Feo”.