Es innegable que quienes eligen colmar cada rincón de su vivienda o de jardín con cactus es a sabiendas que se trata de una planta sumamente resistente y que precisa apenas unos pocos cuidados.
Sin embargo, para tener la certeza de que su apariencia siempre será la mejor y digna de admirar, los cactus precisan de una especial limpieza y a continuación te contamos cómo limpiar esta especie sin llegar a dañarlos y sin lastimarte en el intento.
Como bien mencionamos, se trata de una planta que sabe defenderse de condiciones climáticas extremas, pero pese a que pueden desarrollarse y crecer con una cuota mínima de riego, su limpieza es fundamental para resguardarlos de las diversas plagas que suelen atacarlos y del polvo que tanto daño puede causarles.
Para ello, es importante contar con pinceles de cerdas suaves y mango largos que te permitan mantener tus dedos alejados de las espinas y que a su vez, faciliten el acceso a zonas de difícil acceso.
Te podría interesar
Una vez que tengamos nuestro pincel, es recomendable humedecerlo con agua filtrada o destilada para que puedan pegarse allí todos los restos de suciedad que puedan estar obstruyendo el óptimo desarrollo de nuestras plantas originarias de América
Posteriormente, se debe repetir este proceso las veces que sean necesarias hasta que finalmente nuestros cactus queden completamente libres de polvo, siempre con la precaución de aplicar movimientos suaves y delicados para no romper sus espinas.
Por último, solo resta aguardar a que el líquido empleado para la limpieza sea absorbido por sus hojas y tallos carnosos para que quede a la vista una apariencia perfecta y unas plantas perfectamente limpias con espinas radiantes.
Cómo los afecta la suciedad
Aunque pueda parecer que la suciedad que circula en el interior o exterior del hogar es completamente inofensiva, esa mezcla de desechos de insectos, restos de comida, polvo y células muertas pueden causar efectos irreversibles en estas especies si no se las limpia.
Lo que ocurre es que las paredes porosas de nuestros cactus, las cuales se ocupan del intercambio gaseoso e hídrico con la atmósfera, pueden taparse y eso impediría el acceso de la luz solar, un recurso fundamental para ejecutar correctamente el proceso de fotosíntesis y por ende su correcto desarrollo.