Finalmente, Alexis, quien venía ganando los últimos cinco programas de los 8 escalones, cometió un error y quedó eliminado. El joven logró alzarse desde su participación, unos 10 millones de pesos.
El participante sorprendió con su fuerza de voluntad, y sobre todo por sus grandes conocimientos. Pese a quedar apartado de los 8 escalones, el concursante podrá cumplir su sueño, y costear un medicamento que le mejore su calidad de vida ante una enfermedad que afecta su sistema nervioso.
Desde su primera participación, Alexis se mostró muy confiado y logró imponerse a partir del 9 de enero. Su invicto se mantuvo hasta este martes, quedando a un solo paso de consagrarse por sexta vez y adjudicarse el récord absoluto del ciclo de El Trece, que son 12 millones de pesos.
Durante la última emisión de los 8 escalones, Guido Kaczka le preguntó: “Alexis, ¿de qué país es originario este líder revolucionario: “Cuba o México?”. El joven respondió sin pensar “Cuba”, mientras el conductor explicó “Se trata del subcomandante Marcos, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional”.
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Posteriormente, el presentador anunció “primer error de Alexis” y continuó con los demás participantes. Una vez terminada la ronda, sus compañeros tuvieron que elegir si el concursante subía al siguiente escalón o accedía otro concursante. De esta forma, la votación salió en contra de Alexis, obteniendo un solo voto a favor.
En ese momento, Guido Kaczka pidió un fuerte aplauso para el múltiple vencedor. El joven se marchó del ciclo, luego de realizar una campaña extraordinaria.
El participante había emocionado a todos, antes de consagrarse por primera vez al contar su historia de vida. “Hay una medicación que me quiero aplicar y estamos en trámite con eso. Pero la obra social pone trabas porque la medicación es muy cara. Entonces el dinero lo usaría para pagar los abogados y el amparo”, detalló.
Alexis, vive con su madre, María Rosa en el Barrio de Villa Lugano, en Capital Federal. Durante toda su participación en los 8 escalones, el joven estuvo acompañado como siempre por su mejor amigo y su mismísima madre, a modo de cábala.