Desde el inicio de los tiempos el hombre vive tras la idea de encontrar la clave del universo, saber de dónde venimos o porque estamos acá. Si bien esta incógnita no está develada aún, lo cierto es que a lo largo de la historia se han arrojado varias teorías sobre la mesa.
Los avances tecnológicos nos han ido permitiendo la exploración más allá de los límites del planeta Tierra e incluso conocer parte del universo que denominamos sistema solar.
Pero lo cierto es que aún la evidencia no es suficiente para dar respuesta a la pregunta inicial. Sin embargo, muchos han osado en proponer diversas interpretaciones las cuales podrían arrojar algo de luz sobre la incógnita.
Una de ella se basa en la comparación de un ser vivo el cual si está muy estudiado: el humano. Los avances en materia biológica nos han develado que la raza humana posé una sistema nervioso complejo, encargado de todo nuestro cuerpo.
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La investigación microcelular aportó algunas imágenes para poder entender el sistema nervioso y sus conexiones celulares, lo que llevó a la comparación con el universo.
Las diferentes fotografías captadas por los satélites y telescopios nos han mostrado que es lo que hay en parte del cosmos, demostrando varias similitudes con el cerebro humano. Entonces, a raíz de ello surge la siguiente pregunta: ¿podría ser el universo parte de un ser vivo más grande?
Parte de un todo
Si bien la postura parece sacada de una trama de ciencia ficción, lo cierto es que varios investigadores y científicos se han animado a plantearla en diversas ocasiones.
Sin dudas, las similitudes entre las redes que unifican al sistema nervioso y la conexión galácticas que se dan en el universo son por lo menos elocuentes en las imágenes recolectadas. ¿Crees que podría ser una teoría muy descabellada?