Todo el mundo ama el olor a pan recién horneado, y si bien, la receta para hacer pan es muy conocida, la idea de hoy, es mostrarte cómo podés hacer pan, sin la necesidad de amasar, y que a la vez te quede super esponjoso.
Para lograr esta receta, no necesitarás recurrir a grandes trucos, sino más bien, agregarle una pizca de amor y un poco de paciencia, y te aseguro conseguirás un resultado exitoso. Por acá te dejo la lista de ingredientes, y el secreto de cómo lograrlo que lo encontrarás en el modo de preparación. Aparte, como toda receta de pan es súper económica.
Ingredientes
1 cucharadita de azúcar
2 tazas de agua tibia
10gr de levadura seca
4 taza de harina
1 cucharadita de sal
Para la cubierta
1 cucharada de harina
20ml de agua fría
50ml de agua hirviendo
1 yema
Semillas de sésamo
Modo de preparación
Para esta preparación lo primero que debes hacer es poner en un bowl el azúcar, junto con una taza de agua tibia y la levadura, una vez incorporados agrega una taza de harina y mezcla hasta lograr una preparación uniforme, ahora es momento tapar y dejar leudar por 20 minutos.
Pasado el tiempo de leudado debemos mezclar la preparación con una espátula para desgasificar la mezcla, a continuación agregamos una taza de agua e integramos, siempre, con movimientos envolventes, una vez que tengamos la preparación unida y con una consistencia todavía algo líquida, agregamos 3 tazas de harina y la sal, mientras removemos la mezcla con la ayuda de una espátula. Una vez integrado, cubrimos la masa y dejamos leudar en un lugar tibio hasta que duplique su tamaño.
El secreto de evitar el amasado, surge de este proceso de incorporar los ingredientes gradualmente es lo que nos permite que no amasemos con la mano. Una vez que la masa duplicó su tamaño, la pasamos a una superficie que puedas usar de mesada, la enharinamos en la superficie y con ayuda de la espátula, (en mi caso utilizo un cornet, que es un tipo de espátula muy utilizado en la cocina).
Ahora sí, para darle forma al bollo, utilizamos las manos y terminamos enharinándolo de forma envolvente hacia arriba. Finalizado este proceso, dividimos la masa en dos y ya podemos darle la forma que deseamos. Pasamos cada uno de los bollos a la fuente para horno, en mi caso, usé papel manteca como base de cada bollo y luego, como quería pan tipo árabe, formé dos rectángulos ayudándome con los dedos y haciendo presión delicadamente hasta estirarlos. Ahora sí, con la preparación principal finalizada, dejamos reposar 30 minutos.
Importante: Tené en cuenta que si no utilizas papel manteca, y decidís enmantecar la fuente, deberás poner los bollos con suficiente distancia para que al crecer en el horno, no se unan.
Mientras la masa reposa, haremos la cubierta que convertirá esta receta en el típico pan árabe y para ello, mezclamos en un bowl una cucharada de harina y el agua fría hasta formar una preparación chiclosa, una vez obtenida, agregá el agua hirviendo, mezcla un poco e incorpora la yema de huevo. Batimos la mezcla hasta unirla por completo.
Para el armado final, y yo le di decoración a los panes, creando con un tenedor y la ayuda de mis dedos, un patrón (dibujo). Una vez finalizado, esparcimos la preparación que hicimos para la cubierta (ideal usar un pincel) y agregamos las semillas de sésamo por encima.
Finalmente es momento de llevar nuestro pan a hornear durante 15 minutos en un horno precalentado a 250° y una vez pasado el tiempo de cocción, retiramos del horno, y ya podemos disfrutar de esta deliciosa y simple receta de pan árabe sin la necesidad de amasar.