La receta de hoy es muy tradicional de la cocina alemana y si bien tiene siglos desde su primera elaboración, se volvió muy popular después de la segunda guerra mundial, cuando realmente había que arreglarse con pocos recursos para darle de comer a la familia.
No obstante, esta tradicional receta conocida como Kartoffelsuppe o Sopa de Papa, surgió en una época muy anterior, de hecho, se habría elaborado por primera vez en la región de Baviera, Alemania a mediados del siglo dieciocho, con el tiempo se volvió un plato típico de su gastronomía y es habitual encontrar hoy, versiones donde se le agregan embutidos.
Así que sin más preámbulos, te paso los ingredientes para la receta original, pero si querés saber con qué combinarla ó que agregarle, sabé que queda bien con cualquier salchicha alemana tipo viena.
Ingredientes
1kg de papas
1 cebolla
1 zanahoria
Sal c/n
Pimienta c/n
Pimentón ahumado c/n
Ajo en polvo c/n
150 gramos de manteca
250 ml de leche
1 cucharada de harina
4 rodajas de pan de molde o el pan que tengas
Modo de preparación
El primer paso de esta receta es pelar y cortar las papas en cubos, luego las llevamos a hervir en una olla con abundante agua y una cucharada de sal.
Por otro lado, picamos bien pequeña una cebolla, pelamos y cortamos en rodajas una zanahoria y sofreímos con un poco de aceite de 3 a 5 minutos removiendo para que no se queme la cebolla y las verduras concentren todo su sabor.
Una vez transcurrido este tiempo, será momento de pasar nuestro sofrito de verdura a hervir junto con las papas. Revolvemos las verduras, tapamos y cocinamos por 10 minutos.
Mientras las verduras hierven, vamos a preparar crutones, que serán el acompañamiento perfecto de nuestra sopa. Para eso, tomamos pan (en mi caso tenía pan lactal) cortamos en cubos pequeños.
Pasamos el pan cortado a una fuente apta para horno con un poco de aceite y los condimentamos con sal, pimienta, pimentón, ajo en polvo o las especias que tengas. Agregamos un poquito más de aceite por encima y llevamos al horno a una temperatura de 200° por 15 minutos, deben salir bien doraditos y crocantes.
Continuamos con la preparación, ahora es momento de hacer la crema que le dará la textura cremosa a nuestra sopa. En una olla ponemos la manteca a derretir, cuando fundió y esté líquida, agregamos la harina tamizando con un colador, y mezclamos bien para que no se formen grumos, luego sumamos la leche (que debe estar fría) y batimos nuevamente para integrar.
Por último, preparamos la sopa. Retiramos las verduras del fuego y procesamos (en mi caso como tengo una procesadora estilo minipimer, así que lo hice en la misma olla). Finalmente, agregamos la bechamel que hicimos anteriormente y procesamos todo junto hasta que no haya resto de verduras y la consistencia sea cremosa y uniforme.
Servimos la sopa en plato hondo o vasija, acompañamos con los deliciosos crutones, añadimos perejil u otra hierba para decorar y estamos listos para disfrutar la receta.