Fito Páez brindó el primero de los ocho conciertos previstos para celebrar los 30 años de “El amor después del amor”, el disco más vendido en la historia del rock nacional. Ante un Movistar Arena repleto y ansioso, el cantante de 59 años, deslumbró junto a una banda precisa y versátil.
En la noche del martes, Fito Páez dio inicio al tour “El amor 30 años después del amor” con un show maravilloso que unió a varias generaciones que cantaron a viva voz cada una de las canciones que el rosarino interpretó. La noche arrancó con la voz de Fito en off sobre la base de la canción que da nombre al disco editado en 1992. Durante la primera parte del show el rosarino recorrió el álbum que está cumpliendo 30 años. En “Dos días en la vida”, subió Fabiana Cantilo, quien junto a Emme y a Fito le dieron vida a la bella historia de la película de Ridley Scott que inspiró la canción.
En el momento más emotivo de la noche, Fito le dedicó a Cecilia Roth, musa inspiradora y madre de su hijo mayor, una bella versión de “Un vestido y un amor”. ¿Está Cecilia por ahí? preguntó Páez, cuando la divisó entre el público el músico recordó: “Caetano hizo una versión de Un vestido y un amor y nos invitó. ¿Vos te acordás? Nos sentamos allí y él te lo cantó a los ojos… y casi me muero de celos. Entonces esta vez te lo voy a cantar, no sé si a los ojos, porque estoy medio torcido, pero esto es totalmente para vos” entonces si, interpretó la sentida canción con una bandera argentina brillando desde la pantalla.
En “Brillante sobre el mic”, se volvió a sumar Fabi Cantilo y el Movistar Arena se llenó de luces generando un clima único.
Aprovechando la presencia de Fabi en el escenario y de Cecilia entre el público, Fito no dudo y le dedicó, a las musas del disco que le cambió la vida, unas sentidas palabras: “Tengo la posibilidad de regalarle adelante de todos ustedes, porque me encantan las dos y porque las amo un montón, con todo mi corazón. Porque me han cambiado la vida y me han ayudado a verla mejor. En este ramo de flores que le quiero dar a Fabi y a Ceci, quiero agradecerles lo bella y hermosa que han hecho mi vida”.
Sobre el final y después de hacer cantar a todo el estadio “Y dale alegría a mi corazón”, el rosarino, todo vestido de rojo, agradeció al fiel público que vivió a pleno las dos horas y media que duró el show: “Estoy en shock y no quiero decir pelotudeces. Lo que pasó hoy fue inolvidable”.
Mirando hacia atrás, Fito Páez escribió una hermosa página de su gran presente y mira al futuro, con la avidez de quien sabe que todavía queda mucho para dar.