La receta que te presentamos hoy tiene su origen en España, y cuenta con más de 100 años de antigüedad. Por su practicidad y simpleza, ha seguido vigente casi sin modificaciones hasta nuestros días, fruto de que con pocos ingredientes, sin uso de horno y en tan solo unos minutos queda terminada su preparación.
Ahora bien, a pesar que en solo en unos minutos vas a terminar de prepararlo, el mismo requerirá como mínimo una hora de heladera, pero más allá de ello, estoy segura que si te animas a preparar esta receta, cuando tus seres queridos la prueben, seguro se convertirá en parte de los postres de la familia.
Antes de revelar el paso a paso de este postre frío que tiene más de 100 años de antigüedad, cabe recordar que se prepara en tan solo 5 minutos y es súper fácil de realizar y, sobre todo, ¡no necesitas horno!
Ingredientes
- 700 ml de leche
- 1 limón
- 1 palito de canela (o canela en polvo)
- 4 cucharadas de azúcar
- 4 cucharadas de maicena
- 3 yemas de huevo
- 10 gotas de esencia de vainilla
- 1/2 paquete de galletas tipo Lincoln o Manon
- 200 ml de crema para batir
- 200 gr de chocolate
- 1/2 cucharada de manteca
Modo de preparación
Para dar inicio a nuestra receta, vamos a volcar 600 ml de leche en una cacerola y agregamos la cáscara de un limón junto con la ramita de canela (o la canela en polvo), la esencia de vainilla y las 4 cucharadas de azúcar común. Esta preparación, la colocamos a fuego mínimo en la hornalla de 2 a 4 minutos (prestar atención ya que no tiene que hacer ebullición) y lo retiramos.
A continuación, colamos el contenido de la cacerola en un bowl, mientras que en una taza mezclamos apenas 100 ml de leche con las 4 cucharadas de maicena. Integramos revolviendo, y cuando esté totalmente diluido la vaciamos en el bowl principal, donde agregaremos además 3 yemas de huevo y unas gotas más de esencia de vainilla. Con un batidor manual o tenedor, revolvemos hasta integrar.
Una vez finalizado este proceso volvemos a colocarlo en hornalla a fuego mínimo durante 2 minutos más, mientras revolvemos lo suficiente para que nuestra preparación tome mayor consistencia y volumen, retiramos y reservamos.
Habiendo preparado el relleno, procederemos ahora a armar el postre en sí, y para ello, haremos algo muy similar a lo que ejecutamos al preparar chocotorta, lo cual implica, remojar las galletas en una fuente con leche, para luego, ir ubicándolas en la base del molde donde ensamblaremos el postre.
Sin importar el tamaño de este recipiente, lo ideal es remojar cuidadosamente las galletitas y cubrir toda la base. A continuación, mezclamos la mitad de relleno que ya preparamos, y le agregamos una capa más de galletitas pasadas por leche. Así hasta llegar a la parte superior del molde.
Para ir cerrando la preparación, vamos ahora, a preparar la cobertura de chocolate y para ello, agregamos los 200 ml de crema para batir en un jarrito o cacerola a fuego mínimo por algunos minutos y agregamos de a poco, los 200 g de chocolate y la media cucharada de manteca, mezclando hasta que el chocolate se disuelva totalmente y quede finalizado nuestra cobertura.
Por último y para dar por finalizada nuestra receta, procedemos al armado final, y para ello, volcamos el chocolate cobertura encima del postre hasta cubrir toda su superficie. Ahora sí, reservamos en heladera por el plazo de una hora y estamos listos para disfrutar solos o en familia.