Las rosas suelen ser el atractivo más delicado y colorido de cualquier jardín o balcón, ya sea Floribunda, Grandiflora o Arbustivos, cada rosa es única y merece tener un cuidado especial para que no deje de florecer.
Se sabe que el principal enemigo de tus rosas son los temidos hongos, un taxón que amenaza la continuidad de la floración natural de estas plantas de tu jardín, por ende, es imperativo seguir con los cuidados básicos para que no pierdan la cadena florativa y así obtener las rosas más perfumadas todo el año.
Mientras se aprovecha el verano para abonar la planta con materiales orgánicos, en el invierno se cubren las rosas solo sí las temperaturas son excesivamente bajas e insoportables que marchitan la flor, así como también la aparición de pulgones y gusanos que atentan contra la vitalidad de tus flores.
En la época más fría del año, recomiendo podar las rosas de los jardines o balcones. Ya sea que la tengas exhibidas en una maceta o en la parte más soleada de tu jardín, es importante agarrar las tijeras de jardinería, desinfectarla y, con mucho cuidado, ir cortando poco a poco los tallos, hojas que están secos.
Esta eliminación de las ramificaciones que ya no tienen vida es primordial si se quiere tener rosas en cada floración. Además, si se ve algunas ramas que están creciendo hacia adentro del tallo principal de la rosa, también se recorta, pues, impide la salida de más rosas.
Para cortar las ramas secas sin perder de vista el objetivo primordial: tener rosas perfectas en el verano; se tiene que inclinar la tijera a unos 45 grados, así se mantiene un nivel en diagonal para que no se acumule agua y se produzcan hongos en el tallo.
Hay que saber dónde cortar
Ya sea para la proliferación de la continuidad de las rosas o para trasplantar bajo la modalidad de esquejes, hay que cortar los brotes con una distancia de 3 a 5 yemas de los dedos, nunca cerca de la rama siguiente, sino en medio de ellas para que le dé espacio a la nueva salida de rosas.
Por último, en verano el suelo es más húmedo y no se debe exagerar con el riego porque es propenso a la aparición de hongos por la formulación de microclimas que alteran la planta, mientras que en el invierno el cuidado de tus rosas es ideal si se quiere llegar a mantener un buen ciclo de floración de esta planta decorativa.