La vida entera de Diana, princesa de Gales, conocida popularmente como Lady Di, se caracteriza por permanecer bajo la órbita de la prensa y cada momento que la tenía como protagonista era motivo de la opinión pública, siendo imposible mantener en el ámbito privado cualquier detalle.
Lo cierto es que la corta vida de la princesa Diana estuvo colmada de momentos que quedarán por siempre en la memoria de los millones de seguidores que cosechó alrededor del mundo por su personalidad, dentro o fuera de la familia real y que la convirtieron en un auténtico mito de la cultura británica y en un personaje extremadamente popular. A continuación repasamos los momentos más destacados en la vida de la bella Lady Di.
Fue niñera
Cuando ya ostentaba el título de Lady Diana Spencer, a los 18 años, la activista se desempeñó como niñera de una familia estadounidense pese a que dinero no le faltaba. Sin embargo, nunca reveló a esta familia quién era realmente hasta que los paparazzis la siguieron a su trabajo y allí recién sus jefes se enteraron que estaba apunto de casarse con el hijo de la Reina de Inglaterra.
La gran boda real
El 29 de julio de 1981 toda la atención se posaba en la ceremonia de casamiento entre la princesa y Carlos de Gales en la Catedral de San Pablo, un evento que fue visto por 750 millones de personas, convirtiéndose en la boda real más seguida de la historia, al punto de ser calificada como una celebración digna de un “cuento de hadas”.
Su primer hijo
El nacimiento de su primer hijo en 19882 significó uno de los momentos más impactantes que vivió la princesa y hay quienes aseguran que fue tal la emoción que explotó en llanto tras el nacimiento de Guillermo Arturo Felipe Luis. Un momento que quedó inmortalizado con la presentación formal que hizo la filántropa para que todos conocieran a su pequeño.
Familia real
En el momento en que quedó retratada esta foto de la princesa, su esposo el príncipe Carlos y sus dos hijos Guillermo y Enrique, hacía presumir que era la clásica imagen de una familia perfecta y para siempre. Sin embargo, con el tiempo las diferencias marcaron distancia entre los hermanos y el matrimonio concluyó en medio de un escándalo.
Un gustito
En medio de un viaje oficial a Estados Unidos, Diana y su, por entonces, esposo Carlos se encontraron con el presidente Ronald Reagan y su esposa, Nancy y participaron de una fiesta en la Casa Blanca, en la cual había numerosas celebridades entre las que se encontraba John Travolta, el cual tomó la iniciativa de sacar a bailar a la hermosa princesa.
Dos referentes del pueblo
Una de las reuniones más conmovedoras que tuvo la princesa fue con Teresa de Calcuta, la monja misionera con la que alineó esfuerzos en pos de mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitaban. El encuentro duró apenas media hora y fue suficiente para que se convirtieran en amigas para toda la vida.
El reflejo de la soledad
La imagen de la princesa en el Taj Mahal fue un claro retrato de la soledad y la desolación. Lejos de su esposo, Carlos de Gales y con el rostro completamente apagado. Claro que los fotógrafos que retrataron esta imagen aseguran que su mirada decía demasiado y que el tiempo que estuvo allí le sirvió para contemplar su futuro.
Un nuevo comienzo
La sonrisa que exhibió Diana para la portada de la revista “Vanity Fair” fue sin dudas una de las más recordadas por lo renovada que se veía su imagen tras la polémica y escandalosa crisis matrimonial que había sufrido recientemente. Si bien reconoció que dar vuelta la página le estaba costando mucho, no ocultó su bella sonrisa y sin dudas se convirtió en uno de los mejores recuerdos de la princesa.
Vestido de ensueño
La alfombra roja del Festival de Cannes tuvo el privilegio de recibir a Diana enfundada en un deslumbrante vestido azul de la diseñadora Catherine Walker, el cual es considerado como uno de los mejores looks vistos en la famosa ceremonia del cine. Fue una pieza tan especial que en 2013 se subastó por 100.000 euros. Una verdadera joya.
La peor imagen
La postal que nadie quería ver por ser la más dolorosa, es en la cual se capturó por última vez a la princesa con vida en el acceso al Hotel Ritz de París, justo antes de subirse al vehículo que terminó estrellado en el túnel bajo el puente del Alma de París provocando su fallecimiento.
Además de ser la última imagen con vida de la princesa Diana, esto sirvió para entender que Lady Di nunca llegó a acostumbrarse al asedio de la prensa y por querer huir de los paparazzis su vida terminó de manera muy trágica y repentina con apenas 36 años. Una triste fecha que hoy vuelve al presente por cumplirse 25 años de aquel fatídico día.