El Jacinto es sin dudas una planta digna de admirar por la belleza de sus flores y de sus hojas y la posibilidad de tenerlas en el interior o exterior de la vivienda, le permite atraer toda la atención en cualquier sitio donde se la ubique.
Sin embargo, conseguir que tu planta de Jacinto se mantenga radiante y deslumbrante durante todo el año, no es una tarea sencilla y requiere de una serie de cuidados que a continuación mencionaremos para que los tengas en óptimas condiciones.
Como se trata de una especie bulbosa que florece normalmente en primavera, lo ideal es plantarla durante el otoño para que se vea reluciente durante la estación primaveral. Sin embargo, si nos lo proponemos, podemos lograr que se mantengan florecidas durante todo el año.
Para ello es importante realizarle un mantenimiento regular, más allá de lo habitual en cuanto al riego, la iluminación y el cuidado del suelo. Entonces, para prolongar la vida de sus flores lo ideal será plantarlas en un lugar fresco y sin mucha luz, mientras que en el interior del hogar deberá ser colocada en un sitio sumamente iluminado.
Por otro lado, hay que ser muy cuidadoso con el riego porque si bien requieren de mucha humedad, en caso de echarle demasiada agua sus bulbos pueden pudrirse. Ante esto, lo mejor será que tenga un excelente drenaje, que se coloque un plato por debajo de la maceta o bien se la apoye en unas piedras para que el líquido corra con facilidad.
Por último, y no por eso menos importante, es necesario que cuando empiecen a brotar se aplique una buena dosis de fertilizante o, mejor aún, será trasplantar tras la floración y ubicarla en un recipiente más amplio o en un rincón iluminado del jardín. Allí tendrá nuevos nutrientes por absorber que luego se reflejarán de lleno en sus bellas flores y su encantador aroma.
Sus hojas y flores
Las flores del Jacinto son sin dudas la parte más llamativa y el fiel reflejo de sus cuidados, es por eso que si se apocan los consejos mencionados anteriormente tendrán como resultados unas hermosas flores de seis pétalos en forma de espiga y en varios colores.
Al mismo tiempo, sus hojas acompañan esta bella imagen con su vigoroso color verde, las cuales también llaman la atención porque pueden llegar a medir 35 centímetros, lo que las lleva a ser mucho más extensas que la propia planta. Una belleza por donde se la mire.