Cuantas veces se ha apreciado a la lavanda dentro del rubro de los aromatizantes. Esta deliciosa plata silvestre ha rozado con la medicina, no solo por sus milagrosos aceites, sino por su alta concentración en ácidos rosmarínicos, esenciales para regular los efectos estimulantes en los compuestos que combaten la ansiedad y el insomnio.
Además de atraer la buena fortuna en el hogar, esta hierba está siendo utilizada en otros ámbitos como la gastronomía y la repostería.
Nunca antes fue pensado un helado de lavanda, pero esta crema helada congelada y consumida a bajas temperaturas también ha tenido el placer de incluir a este miembro de la familia de las lamiáceas a su gama de sabores.
Algunos prefieren a la lavandula pura en las paletas de helados, otros mezclan el inigualable sabor de esta planta con la miel natural, obteniendo una explosión de sabores en el paladar.
¿Se puede comer pollo con lavanda?, la respuesta es “sí”.
Esta clase de magnoliopsida ya se encuentra presente en la cocina de cualquier chef y tiene un sabor exquisito si se los agrega en un pollo dorado, por el simple hecho de que sus hojas son fáciles de mezclar en los morteros, por ende, al triturarse se fusionan las especias naturales junto a las hojas de la lavanda.
Siguiendo con la línea de repostería, los cupcakes de lavanda y toques de limón son furor en algunos negocios dedicados a la venta de postres. Tan solo se vierte una cucharada grande de la esencia de la flor de lavanda y listo, la leche mezclada con este aroma hace de los postres una revolución visual.
Por último, las bebidas a base de lavanda también forman parte del extenso menú que hoy en día existe en algunos lugares, restaurantes que experimentan y se reinventan con el agregado de esta flor aromática a sus exquisitas comidas.