El 17 de agosto de 1957, en la ciudad de Pergamino llegó al mundo Ricardo Mollo, el joven que con el tiempo se transformaría en un pieza clave dentro del rock nacional, desde muy pequeño sintió atracción por la música, su hermano, siete años más grande, cantaba a toda hora y en su hogar la música era una integrante más de la familia.
Las vueltas de la vida llevaron a la familia Mollo al oeste del conurbano, ya en El Palomar, el pequeño Ricardo se empezó a nutrir con la música de Jimi Hendrix, The Beatles y The Rolling Stones que sumados a Pappo, Luis Alberto Spinetta y Moris empezaron a darle forma al músico que hoy hipnotiza con su guitarra.
Los primeros pasos de Ricardo Mollo dentro de la música los dio en MAM, la banda de su hermano, Omar Mollo. Al poco tiempo ingresó a la banda como bajista un tal Diego Arnedo, figura clave en la vida del hombre que hoy cumple 65 años.
Después de MAM Ricardo formó algún que otro grupo, grabó en algunos discos mientras su amistad con Diego Arnedo seguía viento en popa. Por intermedio de Arnedo, Ricardo llegó a ver a la Hurlingham Reggae Band, banda en la que Mollo vio por primera vez a Luca Prodan. Al poco tiempo y luego de una noche en el bar Einstein, Luca Prodan le ofreció a Ricardo quedarse y desde entonces, Ricardo Mollo se subió al barco de Sumo.
La banda nacida tras las sierras de Córdoba y afianzada en el oeste del conurbano se transformó en un tornado imparable que cambió el rumbo del rock nacional. La increible y magnifica aventura de Sumo se terminó el fatídico 22 de diciembre de 1987 cuando Luca se transformó en leyenda. El duelo y el vacío post Sumo lo transitó junto a Diego Arnedo, con quién al poco tiempo y en la sala de El Palomar empezaron a darle forma a las primeras canciones que terminaron formando parte de “40 Dibujos ahi en el piso”, el primer disco de Divididos.
Durante la década del noventa Divididos se convirtió en “La aplanadora del rock” y registró algunos de los discos más significativos de aquellos años.
Después de algunas turbulencias Ricardo Mollo se purificó, cambió algunos hábitos y junto a Natalia Oreiro, encontró el amor y formó una familia. Hoy, a los 65 años, el hombre que unió a Jimi Hendrix con Atahualpa Yupanqui disfruta de su presente y le sigue dando forma a una de las mejores bandas de nuestro rock.