Una de las técnicas más utilizadas para la reproducción de algunas plantas es a través de la obtención de esquejes. Ahora bien, para lograr el éxito en la tarea, te proponemos un procedimiento que te va a resultar fácil y podrás repetir cuantas veces quieras y hoy lo aplicaremos a la hierbabuena.
Al igual que el procedimiento utilizado para obtener nuevas flores de lavanda o rosas, recordá que no estamos dañando a la planta por sacarle un esqueje, sino más bien favoreciendo su multiplicación. Con lo cual, además de multiplicar la vida, y mejorar el colorido de tu jardín, patio o balcón, vas a poder reproducir tus plantas cuantas veces quieras.
La hierbabuena que te proponemos reproducir, además, es una planta aromática, si bien en aspecto es similar a la menta, tiene diferente tonalidad en su color y un aroma más dulce. Así que sin más preámbulos te contamos los pasos para que puedas reproducir tu hierbabuena.
Paso 1
Una de las claves para hacer los mejores esquejes de hierbabuena es saber qué fechas son las más óptimas para esta técnica. Los meses claves son agosto y septiembre, justo al finalizar el invierno y la llegada de la primavera.
Ya estando ubicados en estas fechas, se pasa a utilizar las tijeras de jardinería que han sido desinfectadas para mayor seguridad, y se recortan los tallos más gruesos y altos de la planta madre de hierbabuena.
Este recorte debe ser estratégico: de lado (diagonal) y dejando un largo de 10 centímetros para poder enraizar los esquejes.
Paso 2
Con los tallos ya cortados, se empieza a retirar algunas de las hojas de la parte inferior (sacar 4 a 6 hojas) y colocar estas ramas en un vaso de agua que cubra los espacios en donde ya no hay hojas.
Dejar los tallos en agua por dos semanas, renovando este elemento cada dos días y colocando estratégicamente el vaso en un lugar con entrada de luz solar, pero ¡ojo!, hay que tener cuidado con la insolación en las plantas.
Paso 3
Luego de este tiempo, se verá claramente cómo las nuevas raíces y hasta los brotes de los esquejes han salido a flote y es hora de trasplantarlos a las nuevas macetas. Estas deberán haber sido cubiertas previamente con arena y abono orgánico, o sea, sustrato universal para ayudar al buen crecimiento la hierbabuena.
El truco: Cuidado al trasplantar
Esta parte de la jardinería no es cosa menor. Cada una de las plantas que se logra trasplantar se mantiene viva gracias al cuidado que se le da, pero, sobre todo, al modo en que ha sido trasplantado, por ende, hay que tomar ciertos cuidados que no son menores.
En el caso de los esquejes de hierbabuena, hay que hacer un hueco hondo y ancho, solo así se evitará que las raíces de estas plantas se quiebren, provocando que ese esqueje fracase en su crecimiento.