Los residuos caseros pueden ayudar a salvar tus plantas, así que ahora tendrás una nueva oportunidad de darle vida a esas flores de tu jardín o huerta casera.
Todo gracias a la descomposición de los alimentos que consumís durante el día, ahorrando algunos pesos y ayudando a preservar el medio ambiente al momento de revivir tus plantas con estos consejos útiles y fáciles de seguir.
Tanto las cáscaras de frutas y verduras que están destinadas a caer al tacho de basura, son la fuente principal de esta descomposición que da como resultado un compost que sirve de abono, aunque existen otros métodos como la turba (elaboración de sustratos), estiércol (las heces de los animales), extractos húmedos (se usa mucho en horticultura) y vermicompost (usan lombrices para el compost).
Si bien hay fertilizantes procesados en la jardinería que se venden en los viveros, nada de compara al abono hecho en casa que tiene la misma función a la hora de cuidar y darle una nueva oportunidad a tus plantas.
Abono 1
El truco del agua con limón y canela nunca falla. La combinación de los minerales y las vitaminas de estos dos elementos les entregan a tus plantas la energía del calcio, azufre, magnesio y potasio que necesitan para seguir viviendo.
Para la creación de este abono es necesario mezclar la canela con el agua y limón en una botella o regadera. Luego se agita y se vierte en la base de tus plantas del jardín diariamente, al menos, por una semana hasta ver un cambio rotundo en tu huerta.
Abono 2
Las cáscaras de banana son otras fuentes que se descomponen para lograr un abono fértil. En este caso, hay que cortar las cáscaras en tiras y llevarlas a una olla con agua para hervir por 15 minutos. Luego del tiempo estipulado, se deja enfriar y ese líquido obtenido se rocía por las plantas.
Beneficios del abono
Gracias a los beneficios de este abono, el suelo de tu jardín o las macetas de tu balcón van a poder retener la mayor cantidad de nutrientes que son vitales para el cultivo, como el carbono y el sustrato que tanto necesita la tierra de tu huerta.
Con este proceso, no solo hay una segunda oportunidad en la floración de tus plantas, sino que favorece la oxigenación del suelo, para dar paso a la efectiva descomposición que es aprovechado por los microorganismos de la tierra como una nueva vitamina para huerta o jardín.