Las rosas son un género compuesto por un conocido grupo de arbustos espinosos y floridos, los cuales son representantes de la familia de las rosáceas, generalmente se conoce como rosa a la flor y a la planta se la denomina como rosal. De esta planta existen alrededor de 100 especies y las mismas son originarias de Asia, Europa, Norteamérica y África.
Si hay algo que atrae de las rosas es su belleza y el delicioso aroma que las mismas liberan, el cual puede perfumar cualquier espacio en el que se encuentren. Pero suele surgir un problema a medida que van floreciendo, puede ocurrir que las mismas se marchitan fácilmente pero para casos como este existe una solución bastante simple.
Lo que ocurre e que las rosas necesitan de mucha atención para que florezcan sanamente, ya que son una de las plantas más complejas de cuidar y sembrar, pero teniendo en cuenta los cuidados necesarios las mismas pueden florecer sanamente y llenar de aroma y color cualquier espacio.
Uno de los elementos esenciales para su crecimiento es el abono, el cual se puede conseguir en cualquier tienda, pero existe una forma mucho más fácil de adquirirlo y sobre todo natural, pues se puede crear un abono casero con ingredientes que seguramente tienes en tu hogar.
Para esto necesitamos los siguientes ingredientes:
6 tazas de agua
100 gramos de lentejas
Una cucharada de yogurt
Una cucharada de cal
6 cáscaras de huevo
Una botella de plástico
Cuando ya reunimos todos estos ingredientes debemos proceder a preparar nuestro abono, para eso tenemos que hervir el agua con las cáscaras de huevo y con las lentejas, una vez que transcurren 10 minutos se agrega el yogurt y se apaga el fuego.
En ese momento añadimos la cal y dejamos reposar, por último se cuela y se guarda el líquido en la botella de plástico, una vez que pasaron 24 horas ya se puede utilizar el abono cada 3 días.
Otros cuidados
Si bien el abono es una parte fundamental los rosales deben tener otros cuidados necesarios, los cuales te explicaremos a continuación. Uno de los más importantes es el riego, para darles agua es necesario regar las rosas sin salpicar sus pétalos y no se les debe dar agua cuando les da el sol directo, ya que podría quemar a los pétalos.
Las plantas deben estar en macetas de barro, ya que estas las mantiene frescas y húmedas durante más tiempo, la maceta ideal es una que tenga 45 centímetros de profundidad para que crezcan sanamente.
Es necesario controlar las plagas, cuando las hojas se encuentren con algún tipo de plaga es necesario quitar los pétalos que están afectados, en cuanto a las rosas marchitas es necesario retirarlas porque impiden que crezcan nuevos brotes. Por último es necesario cuidar las rosas todos los meses con el abono casero, sobre todo en el invierno que es cuando las plantas se encuentran más sensibles debido al frío.