Las donas son uno de los postres más consumidos alrededor del mundo, pueden realizarse dulces o salados y existen muchos tipos: glaseados, rellenos con mermeladas o cremas y están catalogados como un alimento hipercalórico, no solo por los ingredientes en su elaboración, sino por su forma de cocción, qué es frita en grasa o aceite. El día de hoy te traemos una receta de donas al horno para que puedas disfrutar de su sabor pero de una forma más saludable.
Estos bollos dulces constituyen uno de los alimentos más populares y consumidos en los Estados Unidos, lugar que lo catapultó al mundo. De textura esponjosa y sabor inigualable, si seguís el paso a paso de la receta de hoy podrás hacer estas donas tradicionales pero más livianas para poder disfrutarlas sin culpa.
Ingredientes
500 gramos de Harina
11 gramos de Levadura en polvo
2 Huevos
180 Ml de Leche
1/2 cucharadita de Sal
65 gramos de Azúcar
Esencia de vainilla
40 gramos de Manteca
Modo de preparación
Comenzamos la elaboración de nuestras donas mezclando la levadura con el azúcar y la leche tibia en una taza y reservamos. Por otro lado mezclamos la harina, con los huevos, la sal, la esencia de vainilla y la manteca.
Una vez que la levadura esté activada agregamos a esa preparación y amasamos enérgicamente por 10 minutos hasta que obtengamos una masa uniforme, lisa y bien elástica. Colocamos la masa en un bol y cerca de una fuente de calor, la dejamos reposar hasta que doble su volumen.
Pasado ese tiempo desgasificamos la masa y luego la extendemos hasta lograr un centímetro de grosor. Es el momento adecuado para cortar las donas, podemos utilizar un vaso o un cortante luego hacemos un orificio pequeño en el centro.
En una fuente para horno colocamos papel manteca y nuestras donas, dejamos reposar hasta que doblen su tamaño, llevamos a horno fuerte, 200 grados aproximadamente, cocinamos por 10 minutos hasta que las donas se vean infladas y ligeramente doradas sacamos y podemos espolvorear las con azúcar impalpable o con azúcar común, o con los ingredientes que deseemos.
Bolas de fraile o suspiros de monja
Corría el año 1887 y en la ciudad de Buenos Aires nacía la sociedad cosmopolita de resistencia y colocación de obreros panaderos creada por Ettore Mattei, un anarquista italiano.
Al año siguiente los panaderos organizados iniciaron un reclamo que duró 15 días, en esta huelga decidieron manifestarse reclamando sus derechos y no tuvieron mejor manera que cambiar los nombres de los productos qué elaboraban.
Nacieron así: los sacramentos, bolas de fraile o suspiros de monja, bombas, cañoncitos, vigilantes, libritos y cremonas.
Las famosas bolas de fraile o suspiros de monja son en esencia las donas qué surgieron en el siglo XVI, pero con la diferencia de que no llevan en el centro un agujero. Es una masa dulce esférica frita en grasa o aceite y rellena de mermelada o algún tipo de crema similar al profiterol.
La receta original de las bolas de fraile o suspiros de monja se mantiene hasta la actualidad y se caracterizan por estar rellenas de dulce de leche o crema pastelera, los panaderos de 1888 les pusieron ese nombre para ironizar sobre la curia.