Sin dudas el malvón en una de las plantas predilectas de los amantes de la tierra, dado su color verde intenso, sus grandes y coloridas flores y por supuesto, su olor característico.
Pero para aquellos que no están familiarizados con el malvón (o también conocido como Geranio), le vamos a dejar algunos consejos útiles para que puedan sumarlos a su jardín y darle un toque distintivo a su espacio favorito de la casa.
El malvón es conocido por su nombre botánico pelargonium hortorum y su cautivante olor es utilizado para aromatizar los jardines. Además, es muy fácil de reconocer por las manchas en forma de herradura que se crean en sus verdes hojas.
¿Cómo cultivar un malvón?
Para empezar vamos a decir que esta es una de las plantas más comunes, por lo cual no tendrás muchas dificultades de encontrarla en cualquier vivero cercano. Puede alcanzar alturas de 70 centímetros y sus flores pueden ser de colores rojos, rosas o blancos.
Una vez que te hayas hecho con el plantín, lo siguiente será trasplantarlo a la tierra. Para que crezca de manera eficiente debes tener en cuenta lo siguiente: separarlo de la maceta y cubrirlo con un buen sustrato. Es necesario que sostengas el tallo de manera firme para evitar que se rompa.
Además, las raíces necesitaran espacio para poder llegar al máximo de crecimiento, lo cual se recomienda dejar un espacio de 35 centímetros con su planta más próxima.
Por otro lado, la agricultura nos ha enseñado que se puede cultivar desde una simple semilla. Si tu intención es esa, debes saber que se recordable que la cultives en los meses de primavera.
Por último, estas platas necesitan una moderada dosis de agua, aproximadamente cada cuatro días en los meses de verano. Recuerda mantener hermosos a tus malvones recortando los restos de las flores, podando la planta y sobretodo, resguardándola de las heladas en invierno.