Sin dudas las plantas configuran una parte importante en nuestra decoración y ante la inmensa variedad a disposición, las suculentas parecen ser una opción a considerar.
En este caso, te presentamos a la suculenta comúnmente conocida como Espina de Cristo (Euphorbia mili), la cual tiene su origen en Madagascar y por ende está acostumbrada a los climas tropicales.
Además, sus fuertes colores verdosos combinados a sus hermosas flores en tonos rojos y rosas la convierten en una hermosa planta tanto de interior como de exterior para decorar tus espacios preferidos de la casa.
En principio, lo que tenés que saber de la Espina de Cristo es que, gracias a su origen, no soporta demasiado las bajas temperaturas (ni el excesivo calor), y requiere principalmente de un buen drenaje de agua.
Ubicación
Esta especie no sufren la exposición a un sol directo, por lo cual podrás colocarlas junto a una puerta o ventana en la que reciban la luz durante todo el día. En el caso de que la tengas en el interior, es necesario tener en cuenta que la poca claridad afectará su desarrollo y principalmente s floración, la cual se reducirá notablemente.
Además, un buen consejo sería ir rotando la maceta para evitar que su crecimiento sea desproporcionado, asegurando que la luz solar impacte en casi toda la planta.
Invierno
Si bien la Espina de Cristo prefiere el cultivo al aire libre, lo cierto es que las heladas pueden afectarla. Claramente este factor dependerá de la zona, aunque en este caso se recomienda plantarla en una maceta a fin de poder entrarla a la casa durante las frías noches de invierno.
Suelo
Esta suculenta con espinas se asemeja a lo que se conoce como cactus, aunque realmente no lo sea. No obstante, el sustrato recomendado para su mantenimiento es precisamente el mismo que se requiere para los cactus.
En este sentido, cabe aclarar que no es muy exigente con el tipo de suelo, aunque si es necesario contemplar uno que tenga un buen drenaje y no retenga la humedad.
Resistencia
En cuanto a las enfermedades, la Espina de Cristo es considerada una planta tóxica, lo cual la mantiene alejada de plagas, asegurándose estar siempre sana.
En lo único que hay tener cuidado es no provocar encharcamiento dado que esto podría afectar a sus raíces, como sucede con cualquier especie de suculenta, causando que tu panta se pudra y luego muera.