Araceli González dejó olvidado a su esposo, Fabián Mazzei, en el parque. ¿Cómo puede ocurrir esto? Resulta que Fabián Mazzei sufrió hace unas semanas un accidente doméstico, por lo que debió ser intervenido quirúrgicamente y de momento está en silla de ruedas y con una pierna enyesada.
Teniendo lo anterior como contexto, también hay que explicar que Araceli González y Fabián Mazzei, vienen de varias semanas de remodelación de la casa. Entonces, ayer que hubo sol, la actriz le ofreció a su esposo, sacarlo para aprovechar el buen clima.
Debido a las diferentes tareas que tiene que hacer en casa por el tema de la remodelación, Araceli se olvidó por completo de Fabián y el actor se empezó a congelar en el parque y hasta le mandó un cartel, pero ella no lo vio, porque estaba atendiendo al plomero y al pintor. Todo un momento de risa.
«¡Pobre Mazzei! Amor, estás congelado de verdad, ¿tenías mucho frío? (risas descontroladas) Me mandó un cartel diciendo: “Araceli González abandonó a su marido en el parque” y falleció congelado»
Al ver el cartel, Araceli salió corriendo para ir al rescate de su marido y se excusó diciendo, que ella es así de despistada. Para tratar de compensar que su esposo casi pierde la vida por un cuadro de hipotermia, la actriz le preparó un té caliente.
“Ustedes tienen que entender, que todo lo que hacía él y era compartido, hoy lo hago yo sola, entonces, claro, atendí al pintor, al electricista, ¡todo!, para avanzar con cosas de mi casa y me olvidé a Mazzei en el parque. Bajó el sol, hace un frío terrible y está congelado.”
Fabián Mazzei le envió un mensaje a la psicóloga de Araceli González
Teniendo en cuenta este “divertido momento”, como se lo tomaron ambos, en ese marco, Fabián Mazzei le habló de manera directa a la psicóloga de Araceli, para que la ayude en terapia a abordar el tema de haber dejado olvidado su esposo a la intemperie.
Según expresó Mazzei, Araceli González tiene una clara y muy evidente, prioridad por su casa, y no por su esposo. Mientras la actriz contaba la anécdota, sus ataques de risa fueron inevitables, al tiempo que Fabián aclaraba que fue una experiencia horrible y que no fue gracioso.