El cantante de cumbia Lautaro Coronel, más conocido como “El Noba”, murió hoy luego de haber permanecido diez días internado en estado de coma. El joven de 25 años, había sufrido un fuerte accidente con su moto tras chocar con Peugeot 208 blanco en la localidad de Florencio Varela. Según dos testigos, viajaba sin su casco reglamentario.
El Noba se encontraba peleando por su vida en el hospital de alta complejidad “El Cruce Dr. Néstor Kirchner”. Justamente la institución médica, fue la encargada de confirmar el deceso del músico, a través de un comunicado oficial.
“Lamentamos comunicar el fallecimiento de Lautaro Coronel, quién permaneció internado en la Unidad de Terapia Intensiva de Adultos de nuestra institución, desde el 24 de mayo de 2022. Acompañamos a la familia en estos momentos y en su dolor.”
El cantante, tenía una hija y un promisorio futuro en la escena de la cumbia 420, de la que era uno de los referentes junto a L-Gante y Perro Primo.
Era fanático de las motos, con las que en más de una oportunidad tuvo incidentes. Incluso a principios de año, terminó detenido durante cuatro días por conducir un vehículo que no era de su propiedad.
Lamentablemente, El Noba dijo adiós demasiado pronto, con un futuro prometedor dentro de la escena musical, y con el sueño de su casa propia. Un sueño que quedará truncado por una fatalidad, que quizás se pudo haber evitado.
El surgimiento de El Noba
Lautaro Coronel trabajó como carretero y albañil antes de su surgimiento musical. También se desempeñó como pintor y vendedor de pollo frito. Fue hasta que llegó la pandemia de coronavirus y, unos días más tarde, la cuarentena.
En pleno encierro, profundizó su carácter histriónico y se subió a la ola virtual con transmisiones en vivo en su Instagram. En esa red social, hizo circular una grabación casera de su hit "Tamo Chelo".
El tema ya sonaba en las calles de zona sur, y empezaba a rodar en Internet. A un año de su lanzamiento oficial, la canción de El Noba tiene 18 millones de reproducciones en YouTube y 24 millones en Spotify, por lo cual se divisaba una carrera soñada.