Las plantas aromáticas ocupan un sitio especial desde hace años, no solo porque decoran y perfuman los aromas del hogar, sino también porque son un ingrediente indispensable al elaborar deliciosas infusiones o recetas dulces y saladas.
Siendo la menta una de las plantas aromáticas más requeridas, a continuación vamos a describir el paso a paso para que puedas tenerla siempre a mano y en un envase poco habitual: una taza, siguiendo con el procedimiento recomendado por el sitio "Hablemos de belleza".
Ingredientes:
Semillas de menta
Agua
Tierra vegetal
Fertilizantes
Un taladro
Cinta de papel
Una taza de cerámica grande
Procedimiento:
Lo primero que hay que hacer para tener nuestro cultivo de menta en taza, es colocar boca abajo la vasija y pegarle dos pedazos de cinta en la base. Luego se le hace una marca para saber a donde se debe perforar.
Con el taladro se efectúan los dos agujeros para que el agua pueda drenar correctamente mientras mantiene húmeda la tierra.
Seguidamente, hay que mezclar la tierra con el abono y se coloca la mayor parte de la mezcla dentro de la taza. Se le añade las semillas de menta y por encima una fina capa de tierra.
Por último, regándola solamente cuando el suelo esté seco, las semillas se podrán desarrollar tranquilamente para obsequiarte una planta de menta fuerte y de delicioso aroma.
Beneficios de la menta
Además de aportar un delicioso sabor en las recetas culinarias, numerosos sitios aseguran que la menta tiene múltiples beneficios para la salud, las cuales se reflejan en la apariencia física pero también en el interior del ser humano.
Entre sus características más usuales, a esta especie de planta aromática se le atribuye propiedades descongestionantes, estimulantes y antisépticas, pero lo que más destacan los especialistas es su poder en beneficio del corazón por sus efectos anticoagulantes que mejoran la oxigenación de la sangre. Un verdadero tesoro.