Las petunias suelen ser plantas de las más buscadas, ya sea para el jardín como para interiores, debido a su hermoso follaje verde, sus flores y su aroma particular.
Pero si bien la petunia suele desplegar todo su esplendor en primavera, lo cierto es que durante la época invernal puede ser muy sensible a las bajas temperaturas.
Esto conlleva a que, estas plantas pueden llegar a desvanecerse con las primeras heladas del año. Es en ese sentido que te vamos a dejar algunos consejos para resguardar a tus petunias del frío para que lleguen de la mejor manera a la primavera.
Trasplante
Antes de la llegada de las temperaturas por debajo de la línea del 0, lo primero que hay que hacer es seleccionar los arbustos más fuertes de nuestro jardín.
Para ello, los sacaremos de la tierra con mucho cuidado de no romper las raíces y pasarlas a macetas con tierra y abono, a fin de poder manipularlas de una mejor manera. Se recomienda dejarlas afuera la primera semana para evitar el estrés en las plantas. Luego, las conservaremos en el interior de la casa.
Cuidados de interior
En el invierno, la petunia no necesita grandes cuidados para mantenerse bella. Será necesario una buena iluminación colocándola cerca de puertas o ventanas, regar entre dos o tres veces al mes y reducir el uso de fertilizantes a cero.
La clave está en la temperatura ambiente, dado que la planta se desarrolla mejor en un ambiente que oscila entre 10 y 15 grados (Celsius). En tanto, pueden llegar a tolerar una caída de temperatura que no sobrepase lo 4º.
Así, las primeras flores aparecerán antes de la llegada de la primavera deleitando a los ocupantes de la casa y dando un toque natural al ambiente.
De nuevo a la tierra
Una vez pasado el invierno, lo ideal sería volver a colocar las plantas en campo abierto a la espera de su evolución total. Pero si bien se puede volver a trasplantar directamente, lo cierto es que las petunias de segunda generación suelen ser más frágiles a los insectos y florecen con menos intensidad.
Es por ello que se recomienda realizar lo que se conoce como esqueje, lo cual consiste en cortar una rama firme de la planta. La longitud será entre 5 a 10 centímetros y para elegir la correcta, es necesario poner atención en que sean ramas jóvenes y que tengan más de dos nudos.
Una vez que las raíces de los esquejes tomen fuerza en la maceta, la petunia estará lista para volver a la tierra y encarar la época calurosa con todo su brillo.