A la hora de decorar un espacio de tu hogar, las plantas suelen ser una opción ideal y más aún cuando se trata de las conocidas suculentas. Tanto por su textura y verde intenso como también por su facilidad a la hora de los cuidados.
Hoy te traemos un buen truco para que puedas reproducir tus suculentas hogareñas, utilizando la Planta Rosario o Senecio Rowleyanus, al cual posee un particular follaje que le dará un tono distintivo a tu decoración.
En este caso, con unos simples pasadores de pelo, sumado a la facilidad que tiene la planta para reproducirse en la tierra, podrás generar na decoración única para tus ambientes. Continuá leyendo hasta el final y averiguá de que se trata este truco siguiendo unos simples pasos.
Cultivo, reproducción y cuidados
La planta de Rosario tiene una reproducción bastante sencilla. Para poder llevar adelante esta decoración serán necesarias cinco ramas de la planta de unos 5 a 10 cm cada una, cinco pasadores de pelo, tierra, maceta y algunas cáscaras de huevo.
Lo primero será rellenara la maceta con tierra hasta la mitad, y el resto se completa con una parte de tierra y otra parte de cáscaras de huevo mezcladas en el sustrato.
Lo siguiente será dar proceso a la plantación. Para ello puedes unir varias ramas de la suculenta con el pasador de pelo a fin de que crezcan juntas y la maceta se vea más llena. Es importante que puedas crear una especie de círculo en el interior del recipiente con tierra.
A la hora de los cuidados, hay que tener en cuenta que, si bien la planta requiere de varias horas de exposición a la luz, los rayos directos del sol podrían afectarla, por lo que se recomienda colocarla cerca de una ventana, un balcón o una terraza.
En cuanto al riego, es preferible hacerlo bajo el método de pulverización, por lo menos hasta el momento de mudarla a una maceta más grande. Si la época es calurosa, se puede repetir el riego dos veces por semana o sino, solo una vez en los momentos más fríos del año.
A los 15 días, la planta quedará lista para su debido trasplante. Para ello se recomienda mudar la suculenta a una maceta del doble de tamaño, incorporando nuevamente algunas cáscaras de huevo antes de volver a plantar.