Son numerosos los artistas que luego de llegar a lo más alto de su carrera deciden pegar un volantazo y se alejan repentinamente de las luces de los medios, ya sea por apostar a un nuevo proyecto personal o simplemente porque sienten que ese ambiente ya no llena sus expectativas, tal como el caso de Sandra Ballesteros.
Es que la talentosa actriz que supo lucirse en la novela "Resistiré" junto a Pablo Echarri y Celeste Cid en 2003, decidió tomar un nuevo rumbo en su vida y conmovida para continuar con la labor de su familia, Sandra Ballesteros comenzó a trabajar en un rubro completamente alejado de la actuación.
De acuerdo a los dichos que la artista proporcionó en una entrevista con “La Nación”, no se arrepiente ni un poco de haber elegido una nueva vida, lo que la llevó hace ochos años a vivir en Villaguay, un municipio tranquilo de Entre Ríos, el cual tiene menos de 50 mil habitantes.
“Internamente sentía que necesitaba otra forma de vida, y que esa otra forma de vida estaba pidiendo desarrollarse.”
Al mismo tiempo, cuando ya había tomado la decisión de alejarse supo que su padre iba a poner en venta la estación de servicio en la que trabajó durante años, e inmediatamente se opuso y decidió tomar las riendas de la empresa. Si bien Sandra admite que fue un cambio brusco en cuanto al ritmo que llevaba en Capital Federal, se adaptó rápidamente y está feliz.
“Recibí un llamado espiritual a través de la música, dirijo un coro, monté un vía crucis viviente y un pentecostés con gente del lugar, que no son actores.”
En conclusión, además del cambio laboral, Ballesteros mencionó la modificación espiritual que obtuvo al alejarse de las luces, lo que la llevó a unirse a un grupo de oración que se llama Abba Padre en la Iglesia Santa Rosa de Lima, y pertenece a la Renovación Católica Carismática.
Un deseo por cumplir
Durante el diálogo, la artista de 60 años dejó al descubierto sus grandes deseos de convertirse en madre, ya que desde hace algún tiempo accedió al proceso para adoptar a un niño o niña de entre 10 y 15 años.
Aunque es consciente de que se trata de un trámite sumamente extenso, no pierde las esperanzas e impulsada por el ferviente anhelo, Sandra Ballesteros se mantiene firme en su solicitud.