Las botellas de plástico una vez que se consume su contenido pasan a ser un residuos, que en ocasiones, sin un tratamiento adecuado le lleva cientos de años a la naturaleza poder degradarlo, con tu huerta en casa podrás reutilizar esas botellas y darle el mejor uso, como lo haremos hoy al explicar formas de cultivar lechuga.
Si no contás con mucho espacio pero te apasiona la jardinería o simplemente deseas tener una huerta en casa con productos frescos y orgánicos al alcance de tu mano, seguí estos consejos y logra tener tus plantas de lechuga en pocas semanas.
La lechuga es un vegetal que se adapta muy bien a los espacios reducidos, y en esta ocasión una botella de plástico puede ser un excelente lugar para que crezca y poder disfrutar de ella y de sus propiedades nutricionales.
Las nuevas formas de agricultura urbana nos permiten descubrir que existe un mundo de posibilidades a la hora de querer producir nuestros propios alimentos.
Materiales
1 Botella de plástico de litro y medio
Tierra abonada
Un hilo de 10 centímetros
Semillas de lechuga
Modo de realización
Comenzamos cortando la botella de plástico por la mitad y en la parte del pico colocamos la tierra. Agujereamos la tapa para que luego pueda obtener agua desde ahí. Colocamos el hilo desde la parte más ancha del corte hasta el pico de la botella que está llena de tierra fertilizada.
A continuación ponemos las semillas a 2 cm de profundidad y cubrimos con la misma tierra. Luego regamos con un rociador, procurando que tenga una temperatura adecuada, dejamos que comience su crecimiento y en dos semanas ya podremos ver nuestras plantas de lechuga.
Hay que tener paciencia, pero en dos meses ya podremos disfrutar de nuestra lechuga orgánica realizada en botella de plástico reciclada.
Beneficios de la lechuga
Existen muchas variedades y puede desarrollarse en casi cualquier condición climática, aunque por ser una planta de hoja le agrada mucho más el calor que el frío. A la lechuga se la cultiva como alimento y podemos disfrutar de su sabor y sus beneficios durante todo el año.
Mantecosa, morada, francesa o repollada, la lechuga contiene antioxidantes: vitaminas A, C, E, B1, B2, B3, B9 y K; minerales: fósforo, hierro, calcio, potasio; fibra, folatos y aminoácidos.
La lechuga contiene flavonoides, que tiene la propiedad de disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas, protege la mucosa gástrica. Es una hortaliza que ayuda a combatir la retención de líquidos y a regular los niveles de azúcar en sangre.
Es por estos y muchos otros beneficios que, teniendo una huerta en casa y sembrando lechuga vamos a poder mejorar nuestra calidad alimenticia.