Siempre es agradable comprar algo nuevo, pero cuando se trata de comprar una planta, ya sea para regalar o para sumar a nuestro jardín personal, es algo doblemente gratificante.
Primero, porque regalar o regalarse es un acto único de generosidad, que siempre es bienvenido. Segundo, porque regalar una planta no es regalar un objeto ornamental cualquiera, es regalar vida, es regalar un ser vivo que ocupará un lugar especial en el hogar de quien lo reciba.
A la hora de seleccionar una planta nueva, tendremos que ser muy observadores.
Por lo general, las plantas en los viveros y casas especializadas se encuentran bien cuidadas, aun así, es importante verificar que no tengan hojas amarillas, ni ramas secas. Estos podrían ser síntomas de alguna enfermedad en la planta.
Otro dato valioso a considerar, es el espacio destinado a la planta. Si será en el exterior, o formará parte de la decoración de un ambiente dentro del hogar.
Regalar una especie de exterior a quien no tiene balcón, terraza, ni jardín, será condenar a la pobre planta directo a la muerte. Lo ideal para estos casos, es consultar con el vendedor que tipo de planta resulta más adecuada para los interiores.
Siempre es bueno tener referencia de los hábitos y necesidades de la planta a comprar: Iluminación, sustrato, abono y riego. Puedes consultarlo en el comercio, o pedir que te den información por escrito.
Algunas casas especializadas añaden una tarjeta con la descripción de la especie y sus necesidades. Ante la duda, observa la cantidad de luz que recibe la planta en el lugar donde la exhiben, será fundamental a la hora de elegir su futura ubicación.
Recibiendo la nueva planta
Te acercamos una sencilla guía que recuerda los pasos importantes para comenzar los cuidados del nuevo huésped del jardín.
- Las plantas recién compradas traen un envoltorio plástico que se debe retirar de inmediato. Esto permitirá la correcta ventilación y adaptación de la planta a su nuevo hábitat.
- Si la especie es para exterior, seguramente vendrá en un contenedor plástico provisorio, es importante que el trasplante a tierra se efectúe lo más rápido posible, para propiciar el desarrollo saludable de la recién llegada.
- Si la planta es de interior, lo más aconsejable es pasarla a una nueva maceta, 2 cm más grande (con drenaje), con el sustrato adecuado, enriquecido con un poco de compost orgánico o humus.
Para decidir la mejor ubicación, procura reproducir el ambiente del cual proviene la planta.
Mucha o poca luz, semisombra, ambiente cálido o fresco, etc.
- Con respecto al riego, lo principal es verificar que el sustrato y la maceta tengan buen drenaje. La frecuencia del riego siempre dependerá de la especie vegetal y de la época del año, por lo general en verano una vez por semana, y en invierno se debe espaciar cada 15 días aproximadamente.
- Recuerda siempre que cuando de riego se trata, el exceso es tan perjudicial, como la falta de agua.
Y, por último, lo mejor será que dediques el tiempo necesario para observar las señales de la nueva planta. Ella agradecerá tus cuidados, ofreciendo toda su belleza, con salud y plenitud.