Las Suculentas son esas hermosas plantas que dan poco trabajo a la hora de cuidarlas y en cambio regalan belleza durante todo el año en jardines, terrazas y en el interior del hogar.
Existen miles de especies de Suculentas clasificadas en diferentes familias, la mayoría de ellas pertenecen a las Aizoáceas, a las cactáceas y a las crasuláceas.
Tienen en común el hecho de que todas poseen órganos adaptados para el almacenamiento de agua, algunas en el tallo, otras en las hojas. Esto les permite adaptarse y sobrevivir a largas sequías o a climas áridos.
Son hermosas, resistentes y muy decorativas, por eso:
Son las plantas favoritas para los diseños de jardines y también en la decoración de los interiores del hogar.
Las Suculentas no presentan grandes desafíos en cuanto a su mantenimiento, ya sea que se trate de plantas colgantes como la Hoya carnosa, o las más conocidas como la Aloe Vera y el Kalanchoe. Hemos comentado sobre cada una de ellas y sus cuidados particulares en notas anteriores.
Aunque en general, sean grandes o pequeñas, lo deseable es que crezcan sanas y se desarrollen en todo su esplendor.
Hoy compartimos unos sencillos trucos caseros que harán que las Suculentas en pocas semanas aumenten su tamaño y florezcan más abundantemente.
Observación y adaptación
El primer truco para que la Suculenta crezca saludable está en relación con el origen de la planta.
Cuando adquirimos una planta nueva, ya sea comprada o por esqueje de una planta madre, debemos observar atentamente cuál es su hábitat, el tipo de suelo, la luz que recibe y la humedad a la que está acostumbrada.
En lo posible se intentará recrear ese ambiente para que la planta se sienta a gusto y se adapte con facilidad al nuevo lugar.
Por lo general, cuando se compra una Suculenta, cactus o crasa, esta viene en una maceta muy pequeña. Lo primero será entonces trasplantarla a una de mayor tamaño y con buen drenaje, para que permita su cómodo desarrollo.
Lo siguiente será nutrirla con un sustrato especial para Suculentas comprado, o preparar uno casero:
Debe ser ligero y aireado con una proporción de 40% de sustrato universal, 40% de fibra de coco y un 20% de arena.
Estimular el crecimiento
Algunos aficionados aconsejan plantar varias Suculentas pequeñas de diferentes especies, juntas en un mismo contenedor. Al parecer, esta competencia por el territorio actuaría como un estímulo para que desarrollen más tamaño en menos tiempo.
Al cabo de unas semanas y cuando alguna de ellas sobresalga en el crecimiento, convendrá mudarla a una maceta individual.
Es aconsejable regar la planta por arriba, ya que en el caso de las Suculentas no es problema mojar sus hojas, cuidando de no encharcar el suelo. El riego deberá ser moderado y espaciado.
Fertilizar en los riegos
El último truco es efectivo y de fácil realización, ya que se trata de un fertilizante rico en nitrógeno que se prepara con pepino.
FERTILIZANTE CASERO DE PEPINO
Hervir 60 gr de pepino en 500 ml de agua, por 15 minutos.
Colar y enfriar. Este fertilizante líquido se puede guardar en la heladera y al momento de usarlo se agregará agua en partes iguales, para efectuar un riego cada 15 o 20 días.
Con estos trucos y cuidados caseros lograrás que las Suculentas crezcan más y en mejores condiciones. Ellas lo agradecerán mostrándose más carnosas y mucho más hermosas.