Luego de un escandaloso vínculo, Paulo Londra y Rocío Moreno llegaron a un acuerdo legal por la manutención de sus dos hijas luego de muchas idas y vueltas.
Meses atrás, antes de la llegada de su segunda hija Francesca, Paulo Londra y Rocío Moreno se separaron entre peleas, discusiones y abogados.
Lo cierto es que ambos habían decidido formar una pareja en el año 2015 tras su salida de la escuela secundaria, y pese a la llegada de su primera hija, la convivencia terminó disolviendo el vínculo en medio de un escándalo.
Tras la separación, la disputa legal ganó terreno y las acusaciones públicas no se hicieron esperar. A todo esto se le suma que Rocío estaba nuevamente embarazada y luchaba para asegurar el futuro de sus dos hijas.
Ahora, antes de llegar al juicio, las partes y sus representantes arreglaron de común acuerdo una mensualidad de la cual se tendrá que hacer cargo el cantante, poniéndole fin a la disputa.
Consultada a la salida de la audiencia, Moreno manifestó ante las cámaras de “Intrusos” que “es una victoria más que nada para mis nenas, que les aseguré un techo y estoy muy feliz por esto. Fue difícil verlo a él, porque una persona que yo amaba mucho, hoy en día lo desconozco, pero estoy feliz.”
Poco vínculo
Si bien parece haber llegado la paz económica entre Londra y Moreno, lo cierto es que desde su separación, el cantante no tiene un vínculo fluido con sus hijas.
Hasta el momento, las visitas eran parte de un acuerdo informal entre ellos el cual deberá ser regulado por la ley de acá en adelante Según cuentan, Paulo Londra pudo ver a su hija mayor hace algunos días, aunque a la pequeña Francesca solo la vio tres veces en los últimos meses.